Su esposo le dijo: “los perros o yo”; y ella eligió al mejor

Las historias de amor, también tienen otros finales feliz. Liz Haslam es la  encargada de proteger y cuidar a perritos en situaciones de abandono. Desde niña siempre tuvo ese amor por los animales, pero cuando esta pasión comenzó a interferir con su matrimonio, algo cambió para siempre.

Según narra esta hermosa mujer, un día su esposo le dijo: le dijo: “los perros o yo” y ella eligió el verdadero amor, ese que no sabe de condiciones, o sea, el de sus perros.

Sin embargo, el  “felices para siempre”, se acabó. Su esposo ya no soportó el deseo de Liz para ayudar a los perros. 

“Pensé que, después de 25 años, él debía saber que renunciar a los perros no era en lo absoluto parte de mis intenciones. Él supo desde el momento en que nos casamos de qué se trataba. No sé qué esperaba”, relató Liz. 

Liz explica que su pasión por los perros lo era todo, 30 perros que la necesitaban en todos los sentidos. Son 18 horas las que le entrega a los perros, cientos de dólares al día y sale a pasearlos 4 veces al día en pequeños grupos.

“He elegido hacer esto y me encanta”, concluyó.