Hablar mal de alguien podría ser el error más costoso de tu vida

En nuestra vida cotidiana, nos relacionamos con muchas personas, y aunque generalmente estas interacciones son positivas, hay ocasiones en las que los comentarios negativos pueden generar conflictos, especialmente cuando provienen de un entorno laboral. La difusión de críticas injustas o malintencionadas puede afectar seriamente nuestra imagen y bienestar.

En este artículo, te explicamos si realmente puedes tomar acciones legales si alguien atenta contra tu reputación, especialmente si tienes pruebas que respaldan tu caso.

La ley protege nuestro honor y reputación. En el Código Penal están tipificados los delitos como la injuria, la calumnia y la difamación, que pueden tener repercusiones legales. Según la abogada Milagros García, en conversación con un medio local, la injuria ocurre cuando se imputa a una persona una conducta dañina, pero si estas acusaciones se hacen públicas, especialmente en redes sociales, se consideran difamación.

«Las falsas acusaciones pueden arruinar la vida de una persona. Por eso, es crucial evitar difamar sin pruebas», advirtió la especialista. Además, destacó que las personas afectadas por difamación tienen derecho a presentar una demanda, solicitando una indemnización por los daños sufridos. Aunque estas acciones legales no suelen resultar en prisión, sí pueden acarrear sanciones como multas o trabajos comunitarios.

En el Perú, la libertad de expresión es un derecho fundamental protegido por la Constitución. Sin embargo, este derecho no es absoluto y encuentra límites cuando afecta el honor y la reputación de las personas. El Código Penal peruano tipifica ciertos comentarios negativos como delitos contra el honor, entre los cuales destacan:

1. Injuria

La injuria se configura cuando una persona ofende o ultraja a otra mediante palabras, gestos o acciones que menoscaban su dignidad o autoestima. Este delito está contemplado en el artículo 130 del Código Penal y se sanciona con prestación de servicios comunitarios de diez a cuarenta jornadas o con una multa de setenta a noventa días.

2. Calumnia

La calumnia implica atribuir falsamente a una persona la comisión de un delito. Según el artículo 131 del Código Penal, este acto es penado con una multa de noventa a ciento veinte días. Es fundamental que la imputación sea falsa y que se refiera específicamente a un delito tipificado.

3. Difamación

La difamación ocurre cuando, ante varias personas, se atribuye a alguien un hecho, cualidad o conducta que pueda perjudicar su honor o reputación. El artículo 132 del Código Penal establece una pena privativa de libertad no mayor de dos años y una multa de treinta a ciento veinte días. Si la difamación se realiza a través de medios de comunicación, la pena puede aumentar hasta tres años de prisión y una multa de ciento veinte a trescientos sesenta y cinco días.

Es importante destacar que, para que una declaración sea considerada difamatoria, debe ser falsa. Según el Ministerio Público, una declaración verídica, por más dañina que sea, no constituye difamación. Por ello, es esencial verificar la veracidad de la información antes de difundirla.

Además, la línea entre la libertad de expresión y la comisión de un delito contra el honor puede ser delicada. El Tribunal Constitucional ha señalado que no están amparadas las expresiones objetivamente injuriosas, los insultos o las insinuaciones insidiosas y vejatorias, independientemente de la verdad de lo que se exprese. Por lo tanto, es fundamental ejercer la libertad de expresión con responsabilidad y respeto hacia los derechos de los demás.

En resumen, aunque expresar opiniones y críticas es un derecho protegido, es crucial hacerlo sin incurrir en conductas que puedan ser consideradas delitos contra el honor de las personas. La prudencia y el respeto son esenciales para evitar consecuencias legales.