“Leo la Biblia y hago ejercicios”: Joran van der Sloot cuenta su día a día en el penal más extremo del país

Desde la prisión más remota del Perú, el recluso mostró una faceta totalmente diferente: rutina estricta, lectura espiritual y un inesperado pedido de perdón.

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    “Leo la Biblia y hago ejercicios”: Joran van der Sloot cuenta su día a día en el penal más extremo del país
    Joran van der Sloot pide perdón y asegura haber cambiado su vida tras tantos años encerrado. | Composición Wapa

    Durante casi dos décadas, el nombre de Joran van der Sloot ha estado asociado a investigaciones internacionales, confesiones tardías y un historial criminal que estremeció a más de un país. Hoy, lejos de los titulares globales, cumple condena en el penal de Challapalca, una de las prisiones más temidas del Perú por su ubicación, clima y rigurosidad operativa.

    En una breve conversación registrada por Panorama, el interno aseguró haber adoptado una vida centrada en la fe y la introspección. “Yo me dedico a ejercicio, lectura, leo la Biblia. ‘Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen y oren por los que los maltratan’. Amén”, declaró, citando versículos que, según él, lo acompañan cada día.

    Sorprendió también que, por primera vez en diecisiete años, dirigiera palabras a los padres de Stephany Flores, la joven peruana por cuyo asesinato cumple una condena en el país. “Nunca tuve la oportunidad de pedir perdón por lo que hice… Si algún día puedo conversar y explicar, tal vez, por qué sucedió lo que sucedió, me gustaría bastante poder hacer eso”, dijo. Luego agregó que comprendería si ellos no desean escucharlo.

    Challapalca: aislamiento, altitud y control máximo

    El penal de Challapalca, ubicado en la sierra de Tacna a más de 4.600 m.s.n.m., recibe a internos clasificados como de alta peligrosidad. Allí se aplican protocolos estrictos destinados a impedir fugas, evitar contactos externos no autorizados y minimizar riesgos internos.

    Una autoridad del sistema penitenciario fue directa al explicar la razón de su permanencia en el recinto: “A los más peligrosos se está llevando a Challapalca”. El traslado de Van der Sloot respondió precisamente a ese criterio, luego de que se detectaran irregularidades y privilegios indebidos en otros penales donde estuvo recluido.

    Las condiciones extremas del clima —temperaturas bajo cero y aire poco oxigenado—, sumadas al aislamiento territorial, convierten a Challapalca en uno de los establecimientos más duros del país. La rutina diaria del interno transcurre en medio de estricta vigilancia, horarios controlados y pocas oportunidades de interacción.

    Los casos que marcaron su historia: Natalee Holloway y Stephany Flores

    Para entender por qué Van der Sloot se convirtió en un personaje globalmente controvertido, es necesario recordar los dos casos que trazaron su historial delictivo.

    Natalee Holloway, una adolescente estadounidense, desapareció en Aruba tras una salida nocturna durante su viaje de graduación. El joven neerlandés fue uno de los últimos en verla con vida y sus versiones contradictorias lo mantuvieron bajo sospecha durante años. Más adelante, en un proceso judicial en Estados Unidos, admitió haber extorsionado a la madre de la joven a cambio de información falsa sobre su paradero.

    En Perú, la historia fue distinta y tomó un rumbo fatal. En 2010, Stephany Flores fue hallada sin vida en un hotel de Miraflores. Las cámaras revelaron que había ingresado al establecimiento junto a Van der Sloot. Tras ser localizado en Chile y entregado nuevamente a la justicia peruana, el acusado aceptó su responsabilidad y recibió una condena de 28 años de prisión.

    Un encierro marcado por vigilancia rígida y un supuesto cambio personal

    Hoy, desde Challapalca, Van der Sloot afirma estar enfocado en la lectura, la actividad física y su fe religiosa. A través del registro de Panorama, recitó pasajes bíblicos como muestra de lo que describe como una transformación espiritual.

    Aun así, el penal impone límites estrictos: poco contacto con el exterior, temperaturas extremas y un ambiente de máxima seguridad que restringe cada aspecto de la vida cotidiana.

    Su historia, sin embargo, continúa generando atención y cuestionamientos. Mientras él asegura haber cambiado, los casos que marcaron su vida siguen siendo recordados y estudiados en dos países que aún buscan justicia, respuestas y cierre emocional.

    SOBRE EL AUTOR:
    “Leo la Biblia y hago ejercicios”: Joran van der Sloot cuenta su día a día en el penal más extremo del país

    Periodista especializada en actualidad, tendencias y entretenimiento. Subcoordinadora web de Wapa. Bachiller en Periodismo en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Interesada en temas relacionados con moda, celebridades, estilo de vida, tendencias, coyuntura nacional, etc.

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