Perú no se salvará: Julio Velarde filtró el "mayor riesgo" contra el país por el conflicto entre Irán, Israel y EE.UU.
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa participación de Estados Unidos en el conflicto entre Irán e Israel ha intensificado el temor a una posible escalada bélica que podría desembocar en una tercera guerra mundial, generando una gran incertidumbre a nivel global. Incluso países geográficamente distantes, como el Perú, se ven afectados por las repercusiones políticas y económicas del enfrentamiento. Ante esta coyuntura, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, fue consultado el último viernes sobre las posibles consecuencias del conflicto en Medio Oriente.
En el marco de una conferencia de prensa, llevada a cabo luego de la presentación del más reciente Reporte de Inflación, Velarde se refirió a los efectos de la guerra entre Irán e Israel en la economía del segundo semestre del 2025. También advirtió sobre los riesgos que implicaría una eventual interrupción en el estrecho de Ormuz, considerando que por esta vía marítima se transporta entre el 20% y el 30% del petróleo a nivel mundial.
“El riesgo es que el precio del petróleo subiera mucho, si comienza a hacer (atacado) el Ormuz, porque por el Ormuz pasa la mayor parte de petróleo de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Dubai. Casi el 28% del comercio mundial del petróleo pasa por ahí. Con cualquier interrupción, sí podría afectarse el precio del petróleo”, señaló el presidente del BCR.
Velarde manifestó su deseo de que este escenario no se concrete, ya que sería “el mayor riesgo en corto plazo” que podría impactar no solo en la economía peruana, sino en la global. Estimó que, de producirse una interrupción en la zona, el precio del crudo podría aumentar hasta en un 50%. No obstante, también expresó que una subida sostenida en el precio del petróleo probablemente no se prolongaría demasiado, aunque reconoció que “sí podría tener un efecto perjudicial”.
Tráfico marítimo evita el estrecho de Ormuz por seguridad
Actualmente, muchas embarcaciones comerciales están optando por navegar cerca de la costa de Omán para evitar las aguas iraníes del estrecho de Ormuz. Esta decisión sigue las recomendaciones de agencias marítimas internacionales, que han sugerido mantenerse alejadas del área debido a la creciente tensión entre Irán e Israel, según informaron fuentes del sector naviero. Esta situación ha elevado la preocupación en torno al tráfico marítimo en una de las rutas energéticas más importantes del planeta, donde el riesgo para la navegación comercial ha aumentado considerablemente.
El estrecho de Ormuz, que mide solo 33 kilómetros en su parte más angosta, es un paso obligatorio para los buques que entran o salen del golfo Pérsico. Cuenta con dos rutas de navegación de apenas 3 kilómetros de ancho cada una, lo que reduce significativamente la capacidad de maniobra ante posibles incidentes. Cualquier evento que altere el tránsito por esta vía podría afectar gravemente el comercio internacional y provocar cambios inmediatos en los precios del petróleo.
En tanto, el golfo de Omán —con una anchura de 320 kilómetros— se encuentra en su mayoría en aguas internacionales, y limita con países como Omán, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán. Cada uno de estos territorios posee una franja de aguas jurisdiccionales de hasta 19 kilómetros desde su línea costera. Ante este panorama, los buques que se dirigen al estrecho de Ormuz están optando por trazar sus rutas lo más próximas posible a la costa de Omán, con el fin de reducir los riesgos durante su travesía.