Comerciantes bolivianos NO ACEPTAN su moneda por devaluación y EXIGEN SOLES como medio de pago
Únete al canal de Whatsapp de WapaLas fronteras entre Perú y Bolivia siempre han sido dinámicas y coloridas, con un ir y venir de productos, costumbres y monedas. Pero en los últimos meses, un nuevo protagonista ha tomado fuerza en el comercio informal: el sol peruano. En zonas como Desaguadero, la economía local se ha visto sacudida por la devaluación del boliviano, que ha llevado a comerciantes y transportistas a rechazar su uso en favor de la moneda peruana.
¿Qué está pasando con el boliviano en las zonas de frontera?
La situación económica de Bolivia ha hecho que su moneda pierda valor rápidamente, sobre todo en puntos de intercambio como Desaguadero. La pérdida de confianza se nota en las calles: los mototaxistas y comerciantes ya no aceptan bolivianos, y las transacciones se hacen principalmente con soles.
“Antes pagaba a mis caseras peruanas en bolivianos, pero ahora no lo aceptan porque ya no tiene valor. Un ejemplo claro son los mototaxistas que ayudan a cruzar la frontera, quienes ya no reciben plata boliviana”, cuenta Efraín Mamani, comerciante boliviano.
¿Cómo afecta esto a los comerciantes y consumidores?
Para muchos pequeños empresarios, como Efraín, la transición monetaria no ha sido sencilla. Ahora deben cambiar sus bolivianos por soles para hacer compras en Perú, lo que reduce su poder adquisitivo.
Esto genera un efecto dominó: compran menos, venden más caro y el consumidor final también lo siente.
“La mayoría no estamos yendo (a la frontera), nos hemos paralizado”, añade Mamani. La devaluación, que ha superado el 160%, está frenando el comercio informal que sostenía muchas economías familiares.
¿Por qué está aumentando el contrabando “a la inversa”?
Mientras el boliviano pierde valor, muchos productos peruanos cruzan la frontera de forma informal: desde gas licuado de petróleo (GLP) hasta carne y huevos. Esta práctica, conocida como contrabando a la inversa, se ha intensificado por la diferencia de precios.
En zonas como Bermejo, en la frontera con Argentina, también se vive un fenómeno similar: los argentinos cruzan hacia Bolivia buscando productos más económicos.
“Hace un año, por 1.000 pesos argentinos te daban 7 bolivianos; ahora te dan 14”, explicó el economista Fernando Romero, ilustrando el impacto de la devaluación regional.
¿Cómo está impactando esta crisis en la vida diaria de los bolivianos?
Dentro del propio territorio boliviano, la economía doméstica también se resiente. La subida del precio de la canasta básica, la falta de dólares y la incertidumbre económica están obligando a subir los precios hasta de los menús populares.
“¿Hasta dónde quieren que llegue el costo del almuerzo para el cliente? No queremos seguir afectando nuestra economía”, dice una vendedora entrevistada por UNITEL.
Platos típicos como el silpancho, símbolo de la cocina boliviana, han tenido que cambiar. Algunos puestos ya no incluyen huevo debido a su elevado costo, y otros analizan reducir las porciones.