La nueva vida de Paul Olórtiga, exesposo de Edita Guerrero de Corazón Serrano, tras ser involucrado en su muerte

Desde que fue señalado como el principal sospechoso de la muerte de Edita Guerrero, querida vocalista de Corazón Serrano, la vida del odontólogo Paul Olórtiga cambió por completo. Hoy, a más de una década del triste fallecimiento de la cantante, el nombre de Olórtiga vuelve a ser noticia. Pero esta vez no por una nueva acusación, sino por su intento de rehacer su vida personal y profesional, mientras aún enfrenta un proceso judicial pendiente.

En 2015, la Primera Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Piura ordenó su liberación tras más de 75 meses de prisión preventiva en el penal de Río Seco. Aunque fue liberado, el proceso no se cerró: quedó bajo comparecencia restringida y se le impuso una garantía económica de S/ 25.000. Desde entonces, ha intentado retomar su vida en libertad, especialmente para estar cerca de sus hijos y cuidar de sus padres enfermos.

Actualmente, Paul Olórtiga trabaja como rehabilitador oral en un centro odontológico especializado, ejerciendo su carrera. A pesar de ello, su situación judicial no ha terminado. La audiencia de Control de Acusación por la muerte de Edita Guerrero fue reprogramada para los días 14, 15, 16 y 17 de noviembre del año pasado por el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de Piura.

El proceso contra Olórtiga continúa por los presuntos delitos de feminicidio y parricidio, en agravio de su esposa, la cantante Edita Guerrero. Según la tesis del Ministerio Público, Paul habría empujado a la vocalista por las escaleras, causándole graves lesiones en el cuello y la cabeza que finalmente le habrían provocado la muerte. Así, quedó descartada la teoría inicial del aneurisma.

Con voz quebrada y lleno de pesar, Paul Olórtiga rompió su silencio ante la prensa: “A mí me arruinaron la vida y estoy comenzando desde cero. He visto mi consultorio y he llorado porque me da pena cómo está. Tengo que volver a comenzar, pero ahora no puedo, porque quiero estar con mi familia, con mi padre que sufre del corazón y con mi madre que está mal”.

Su abogado no ha descartado la posibilidad de pedir una indemnización al Estado por los años que pasó en prisión sin una sentencia definitiva.

Edita Guerrero falleció el 1 de marzo del 2014, a días de cumplir 31 años. Aunque en un inicio se señaló un aneurisma como causa del deceso, la necropsia reveló una verdad mucho más dura: 28 lesiones internas y externas, siendo la más grave una luxación en el cuello. La causa final fue una depresión respiratoria central post traumatismo vertebro-medular-cérvico bulbar, generada por una hemorragia cerebral traumática.

En una entrevista con Beto Ortiz, la madre de la cantante contó pasajes duros del matrimonio de su hija con Olórtiga:

“En el matrimonio, él no se expresó con el entusiasmo de ser su esposo, se mostró frío. En la recepción, Paul se emborrachó y le dijo fuerte: ‘¡vamos!’. Lo noté muy frío. Mi hija me dio mucha pena el día de su matrimonio. El día de la noche de bodas, ella durmió en mi casa, no con su esposo”.

Estas declaraciones causaron conmoción y generaron aún más preguntas sobre la vida íntima de la pareja.

Aunque su vida fue truncada, Edita Guerrero dejó un legado imborrable con su voz. Algunas de las canciones más recordadas que interpretó son:

En 2021, Corazón Serrano le rindió un homenaje especial con el mensaje:

“Gran homenaje a nuestro angelito en el cielo. Una temática muy bonita y diferente, con grandes invitados”.

Mientras sigue en libertad, Paul Olórtiga continúa trabajando, cuidando de sus hijos y esperando que la justicia defina su situación. Por ahora, su vida avanza con discreción, pero marcada por un pasado del que aún no logra desligarse del todo.

Sin duda, el caso de Edita Guerrero sigue despertando emociones entre los peruanos, y mientras no se cierre el proceso judicial, el país continuará atento a cada nueva audiencia, buscando una verdad definitiva que le dé paz tanto a la familia de la artista como al propio Paul Olórtiga.