Martín Vizcarra y el día que disolvió el Congreso de la República: “¿Tan difícil es pensar en el Perú primero?”

El 30 de septiembre de 2019 es una fecha que pasó a la historia, pues el presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso de la República. Únete al canal de Whatsapp de Wapa
    Martín Vizcarra y el día que disolvió el Congreso de la República: “¿Tan difícil es pensar en el Perú primero?”
    El 30 de septiembre de 2019 es una fecha que pasó a la historia, pues el presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso de la República.

    Empezó la cuenta regresiva para el gobierno del presidente Martín Vizcarra, pues hoy fue el último Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias que él dio y cada vez falta menos para que termine su mandato. El jefe de Estado no la ha tenido fácil, ya que enfrenta una profunda crisis por la pandemia del nuevo coronavirus.

    Sin embargo, esta no ha sido la única crisis que tuvo que enfrentar. El 2019 fue un año de constantes confrontaciones. Por ello, el 30 de septiembre de ese mismo año, el presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso de la República.

    ¿Qué llevó al presidente Martín Vizcarra a disolver el Congreso de la República?

    Con 13 votos a favor y 1 en contra, el 25 de septiembre de 2019, la Comisión de Constitución aprobó el dictamen que archivó el proyecto de adelanto de elecciones hecho por el presidente.

    Esa misma tarde, el primer ministro Salvador Del Solar cuestionó la votación de los congresistas que mandó al archivo el proyecto.

    “Nuestro gobierno no se va a quedar con los brazos cruzados. Vamos a actuar con la autoridad y fortaleza que nos dan la Constitución y las leyes, y actuar con la responsabilidad que este Parlamento no ha sabido demostrar el día de hoy”, dijo en conferencia de prensa.

    Dos días después de esto, a través de un mensaje, el mandatario Vizcarra anunció que presentaría ante el Congreso una cuestión de confianza para modificar la ‘Ley Orgánica del Tribunal Constitucional’ sobre los puntos del mecanismo para la elección de magistrados, a fin de garantizar su transparencia.

    El viernes 27 julio, el premier Salvador del Solar se hizo presente en el Congreso donde dejó una misiva en la que solicitaba presentarse ante el Pleno y solicitar la cuestión de confianza.

    Ante esto, el presidente parlamentario de ese momento, Pedro Olaechea convocó a una Junta de Portavoces para el lunes 30 de setiembre. Cabe resaltar que ese mismo día se había programado el Pleno para votar la elección de los magistrados del TC.

    Por ello, el domingo en la noche, el presidente Vizcarra señalaba que, si el Parlamento no atendía la cuestión de confianza y continuaba con la elección de magistrados, entonces se asumiría que la confianza solicitada le había sido negada. Por lo tanto, estaría facultado a disolver el Congreso.

    Al parecer hicieron caso omiso al mensaje y la Junta de Portavoces del Congreso acordó la mañana del 30 de septiembre que primero se realice la elección de los miembros del Tribunal Constitucional y, recién, al término de dicho proceso se reciba al presidente del Consejo de Ministros.

    La mañana del 30 de septiembre, el Congreso le cerraron las puertas al premier Del Solar y su gabinete ministerial y no les permitieron ingresar al Hemiciclo. Esto ocasionó un momento de tensión.

    Cuando el primer ministro de ese momento pudo ingresar, planteó la cuestión de confianza, esto luego de que el congresista Gino Costa le cediera sus minutos para hablar.

    Después de que Del Solar planteó la cuestión de confianza, el Congreso decidió continuar con la elección de magistrados.

    Tras finalizar la elección de magistrados, donde se eligió al abogado Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea (primo de Pedro Olaechea), recién programaron para la tarde el debate en torno a la cuestión de confianza.

    Mientras el pleno iniciaba ese debate, el presidente Martín Vizcarra emitía un mensaje a la Nación, donde anunciaba la disolución del Congreso de la República.

    “Pueblo peruano, hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para avanzar de manera concertada con el parlamento. Sin embargo, es claro que la obstrucción y el blindaje no cesan, ni cesarán a la hora de defender la corrupción, por lo que no habrá acuerdo posible en ese punto.”, se pronunciaba al país el jefe de Estado.

    “Como saben mi gobierno ha recurrido tres veces a la cuestión de confianza. En la primera, planteamos la cuestión de confianza para aprobar las cuatro reformas constitucionales que habían sido presentadas al Congreso, y que tenían 40 días sin siquiera tener dictamen para ser debatido en el pleno, me refiero a la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, financiamiento de organizaciones políticas, prohibición de reelección congresal y la bicameralidad. La ciudadanía se expresó en el referéndum y decidió que los congresistas no sean reelectos de manera inmediata y que las organizaciones políticas deberán de tener un financiamiento transparente y lícito. Sin embargo, perdimos la oportunidad de tener un congreso bicameral, porque se intentó camuflar la posibilidad de una reelección, ¿Tan difícil es pensar en el Perú primero?”, agregó.

    “Hoy hemos presentado la tercera Cuestión de Confianza, y lo que ha acontecido en el Congreso subraya la desvergüenza en la que ha caído la mayoría parlamentaria, absolutamente divorciada de la voluntad de los peruanos y trabajando de manera denodada para proteger y blindar a los suyos (…) Ante esto, desde el Congreso se intentó impedir al premier ingresar al hemiciclo, se desconoció el artículo 129 de la Constitución Política del Perú, no se dio la prioridad que la cuestión de confianza merece y, luego, se aprobó el primer miembro de un tribunal express en una dudosa votación”.

    “Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”, anunció el presidente Martín Vizcarra.

    En paralelo, la Mesa Directiva apresuró la votación de la cuestión de confianza que fue aprobada con 50 votos a favor, pero esto fue en vano, ya que el presidente ya había anunciado su decisión.

    Ante esto, los parlamentarios no se quedaron tranquilos y aprobaron que el mandatario peruano sea suspendido temporalmente de sus funciones como jefe de Estado. Minutos después, la vicepresidenta Mercedes Aráoz juramentó como presidenta interina. Sin embargo, ninguna de las dos medidas tuvo efecto alguno.

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