¿Qué secuelas de la COVID-19 quedan en el cuerpo tras la infección y por cuánto tiempo?
Únete al canal de Whatsapp de WapaA pesar de que cada día miles de peruanos y peruanas superan la COVID-19 y son dados de alta de esta infección, son frecuentes los casos de quienes presentan secuelas del coronavirus que perduran semanas e incluso meses, lo cual les impide llevar una vida normal. ¿Quiénes están más propensos a pasar por esta situación?
El médico neumólogo del hospital nacional Cayetano Heredia, Óscar Gayoso, explicó en Andina al Día que cuando más severa ha sido la enfermedad por coronavirus, mayor es la probabilidad de que el paciente tenga dificultades posteriores.
¿Qué secuelas del coronavirus quedan en el cuerpo luego de la enfermedad?
Entre las secuelas más comunes por COVID-19 están la sensación de malestar general, la incapacidad para concentrarse, las palpitaciones del corazón, el cansancio mayor al usual, los síntomas pulmonares -tos prolongada o broncoespasmo-, así como el daño en el pulmón en algunos casos.
En el caso de la tos, se ha observado, manifestó Gayoso, que pasados 15 días después de la infección alrededor del 60 o 70% de los pacientes tendrá algún grado de este síntoma.
A los tres meses, habrá un 15% que continuará teniendo tos, incluso en algunos casos una tos muy molesta que le impedirá socializar y llevar una vida normal. Y un 5% de los pacientes quedará con una tos persistente hasta el sexto mes después de haber tenido COVID-19.
Al referirse al cansancio o la fatiga, el experto señaló que el 30% de los pacientes presentará esta característica 15 o 30 días después de pasar por el episodio del coronavirus.
Una secuela que se observa más en niños, agregó, es la enfermedad inflamatoria multisistémica asociada a la COVID-19, una respuesta inmunológica no tan aguda como en el momento más difícil de la infección, pero que inflama todo el cuerpo. "Esto se tiene que tratar con antinflamatorios, se ve más en niños que en adultos. Recién la estamos viendo en toda su dimensión".
Casos más graves
Ante casos severos o graves de COVID-19, el uso del oxígeno medicinal es importante porque salva vidas. Sin embargo, en altas concentraciones, comienza a formar superóxidos que son radicales libres y que van a dañar el delicado tejido pulmonar.
"Los pacientes que tuvieron enfermedad severa o grave atraviesan por el síndrome inflamatorio pulmonar, que lo lleva a la falla respiratoria. Y cuando pasa eso, tenemos que utilizar medidas extremas... tenemos que intubarlo, ponerle alto flujo y eso, si bien ayuda, también hace que comiencen a presentarse daños adicionales".
De igual manera, comentó, la intubación implica poner al paciente ventilación mecánica y eso básicamente es poner una bomba externa que introduce aire al pulmón de manera forzada. "Esa energía que utiliza el ventilador y libera en el pulmón también causa algún daño si es muy prolongado. Eso trae una secuela".
En el caso de los pacientes a quienes se les colocó un tubo endotraqueal para asegurar un adecuado intercambio de oxígeno, añadió Gayoso, quedarán con granulomas en la tráquea.
"Cuanto más severa la enfermedad (por COVID-19), mayor es la probabilidad de que una persona tenga dificultades posteriores en su salud. Esa es la regla general", puntualizó.
Alimentación y ejercicios
El neumólogo enfatizó que es clave tener una buena nutrición y hacer ejercicio para la recuperación oportuna después de un episodio de COVID-19.
“El virus produce una pérdida del músculo. He hablado con personas que sienten una disminución y no pueden hacer ejercicio por la fatiga. Paradójicamente, este síntoma se puede solucionar con la vacunación”, mencionó.
También alentó a la gente a no abusar de las tomografías para no exponer al pulmón a mucha radiación y visitar a un médico de rehabilitación en caso de que se desee regresar a actividades físicas fuertes.
Asimismo, comentó que tener problemas de respiración o pulmonares es un factor de riesgo a la hora de contagiarse. El asma, neoplasias, cirrosis pulmonar, por ejemplo, son condiciones peligrosas que podrían complicarse más con el ingreso del COVID-19 al organismo.
Evolución del virus
Las distintas mutaciones del coronavirus han puesto en alerta a las instituciones sanitarias del mundo. Sin embargo, el experto del Hospital Cayetano Heredia comentó que la COVID-19 podría empezar a volverse una endemia con el paso del tiempo.
“La tendencia indica que el virus está yendo a formas más contagiantes, pero menos letal. La impresión es que será un virus que se mantendrá en el tiempo en la población y vamos a estar vigilando epidemiológicamente los saltos que puede hacer”, dijo.
Los nuevos estudios sobre el coronavirus han recomendado que a partir del segundo mes después del contagio hay riesgo de reinfección y, en el caso de pacientes de riesgo, no es necesario esperar esa cantidad de tiempo, sino que puede ocurrir en tan solo dos semanas, advirtió.