Ignoró estos síntomas por años: Joven descubrió que tenía cáncer cerebral

Carson Fossat, una joven de 20 años oriunda de Utah, Estados Unidos, se volvió viral en TikTok tras compartir su estremecedora historia. Durante más de diez años ignoró síntomas que parecían inofensivos, pero que terminaron siendo señales de un cáncer cerebral mortal. Su video, que superó los dos millones de visualizaciones, ha generado gran impacto debido a lo imperceptibles que eran los indicios que pasaba por alto.

El diagnóstico llegó de forma inesperada en junio del año pasado, luego de sufrir un accidente de tráfico. En el hospital, un examen de rutina reveló la existencia de un tumor cerebral. Carson fue sometida a una compleja cirugía para extirparlo, lo cual cambió su vida por completo. “Como si fuera un recién nacido, alguien tuvo que ayudarme a asearme, cepillarme los dientes y limpiarme el culo durante meses”, relató en uno de sus videos, evidenciando la crudeza del proceso de recuperación.

Carson empezó a experimentar vómitos constantes desde su infancia. “Era normal que vomitara al menos una vez a la semana, si no todos los días, cada dos días. Hasta el punto de que mi familia siempre bromeaba conmigo al respecto”, contó. Durante años, médicos atribuyeron estos episodios a la ansiedad. Más adelante se supo que el tumor presionaba el tronco encefálico, afectando directamente el “centro de las náuseas”.

Además de los vómitos, sufría un cansancio extremo y dolores de cabeza frecuentes. “Estaba muy cansada. Estaba cansada todo el tiempo, me cansaba cada vez más a lo largo del día y tenía que echarme siestas”, afirmó. También relató que se sentía mareada con facilidad y que su torpeza aumentaba progresivamente. Aunque los médicos inicialmente le atribuyeron estos síntomas a deficiencia de hierro, en realidad, el tumor estaba causando una presión constante en la parte posterior de su cabeza.

Tras la operación, Carson tuvo que aprender a caminar, comer y ver nuevamente. Aunque sus últimas resonancias muestran que no hay señales actuales de cáncer, el proceso de recuperación ha sido desafiante. “Se detectará a tiempo si alguna vez decide volver a aparecer”, expresó con esperanza. Pero no todo ha sido físico: “Me costó aceptar que ya no era la misma chica extrovertida que entró en quirófano. Me convertí en una persona completamente distinta”, confesó, evidenciando también las secuelas emocionales del cáncer.

Según Mayo Clinic, los tumores cerebrales pueden clasificarse como primarios o metastásicos, y variar entre benignos y malignos. Entre los síntomas más comunes se encuentran los dolores de cabeza persistentes, náuseas, fatiga, problemas visuales y cambios en la personalidad. El diagnóstico suele requerir exámenes neurológicos y, en algunos casos, biopsias. A diferencia de otros tipos de cáncer, los tumores cerebrales no se clasifican por etapas, sino por grados que determinan su velocidad de crecimiento.

Hoy, Carson busca crear conciencia sobre cómo síntomas aparentemente menores pueden esconder enfermedades graves. Su historia es una advertencia clara para prestar atención a lo que el cuerpo intenta comunicar. “He tenido problemas de ansiedad y depresión en el pasado, pero mi mente se fue a un lugar que no sabía que existía”, reflexionó. Con su testimonio, busca evitar que otros ignoren señales similares que podrían marcar la diferencia entre la vida y la muerte.