Mujer descubre infidelidad de su marido médico, filma todo y aparece muerta por veneno para ratas

La policía investiga el caso de Larissa Rodrigues, instructora de pilates de 37 años en el barrio Jardín Botánico de Ribeirão Preto, Brasil, quien falleció tras sufrir un envenenamiento tras descubrir la infidelidad de su esposo y documentar todo.

Las autoridades de Ribeirão Preto mantienen una exhaustiva pesquisa tras la repentina muerte de Larissa Rodrigues, instructora de pilates de 37 años, ocurrida el pasado martes 6 de mayo. Su esposo, el doctor Luiz Antonio Garnica, y su suegra, Elizabete Arrabaça, se encuentran detenidos bajo la sospecha de haberla intoxicado intencionalmente luego de que Larissa descubriera una relación clandestina de Garnica.

Por su parte, la amante del médico, aunque no ha sido arrestada, continúa bajo la lupa de los investigadores. En paralelo, la Policía Civil ha confiscado los dispositivos móviles de todos los implicados para analizar mensajes, llamadas y posibles evidencias que esclarezcan el móvil y la dinámica de los hechos.

Las autoridades han requerido análisis especializados al Instituto Médico Legal y al Instituto de Criminalística para esclarecer la causa del deceso. El examen preliminar no arrojó resultados definitivos, aunque reveló alteraciones en los tejidos pulmonares y cardíacos de la fallecida.

Además, los peritos hallaron la presencia de “hongo de espuma” en las vías respiratorias, un hallazgo que sugiere la interacción de aire y fluidos corporales durante la muerte, sin distinguir aún si se trató de un proceso patológico o de un acto violento.

Durante la primera semana de marzo, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, una prima de la instructora relató ante la Policía Civil cómo Larissa halló en el automóvil de su esposo varios corchos de vino marcados con fechas recientes y una caja con juguetes eróticos. Fue ese hallazgo el que encendió sus sospechas de una posible infidelidad.

Las pericias forenses determinaron que el deceso se produjo aproximadamente medio día antes de la autopsia, que comenzó a las 17:45. Aunque el examen anatómico situó la hora de la muerte, fue el análisis toxicológico el que abrió la puerta a la hipótesis criminal: detectó trazas de “chumbinho”, un potente rodenticida, en las muestras extraídas del cuerpo.

Los peritos también detectaron fragmentos de perdigones de plomo en los restos, lo que añade complejidad al estudio de la causa de la muerte. Las autoridades rastrean ahora el origen de los compuestos fatales y el método de administración utilizado. Con los dos principales sospechosos bajo custodia y sus teléfonos en manos de los investigadores, el fiscal Fernando Bravo confía en que pronto podrán desentrañar los motivos detrás del asesinato.

“Logramos encontrar un testigo que informó que la suegra buscaba plomo para comprar, aproximadamente 15 días antes de la muerte, lo que nos dio la certeza de que ella, junto con su hijo, mató a Larissa”, sostuvo.