Creyeron que entraron a robar, pero todo se trataba de una travesura de su perrita
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¿Te imaginas llegar a casa y encontrar todo tirado, desordenado y roto? Lo primero que se te vendría a la mente es que alguien entró a robar. Pero, este caso es totalmente diferente ya que una tierna perrita fue el encargado dejar la casa patas arriba.
Resulta que sus humanos, Dylan Raynor, Sharon y Nick tienen una hermosa perrita cocker cpaniel en común llamada Dory de tan solo 1 año de vida, etapa en la que quiere jugar con absolutamente todo.
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Resulta que un día, la familia salió a realizar algunas compras y dejaron a la perrita sin supervisión pensando que su cachorrita estaría en casa tranquila. Sin embargo, el resultado fue realmente catastrófico.
Al llegar, la familia vio que la cocina estaba totalmente destruida, habían saqueado los armarios y todo el contenido que estaba dentro fueron arrojados al suelo como si alguien hubiera intentado arruinar el desastre en la casa.
"Fuimos de compras y salimos de la casa por poco menos de dos horas", “Cuando regresamos, mi madre miró por la ventana y sinceramente pensamos que nos habían robado. Los armarios habían sido saqueados y había comida y objetos por todo el piso", contó Dylan.
La escena los dejó impactado, pero no tardaron mucho en descubrir quién había sido el responsable. Tras una inspección más cercana, la familia se dio cuenta de que había marcas de bocadillos en los artículos que habían sido retirados de los armarios. Sabían que solo podía haber un culpable: su tierna perrita.
“Dory había vaciado el contenido de cada armario, así como la basura. Después de darme cuenta de que la destrucción fue causada por nuestro perro y no por un humano, me pregunté qué más podría ser capaz de hacer”, contó.
Dylan se dio que cuenta que su cachorrita que parece un ángel de cuatro patas, puede llegar a ser un demonio. "Una perra enérgica a tiempo completo a la que le gusta causar estragos".
Tras lo ocurrida, la hermosa Dory ha recibido cursos de entrenamiento en una escuela de para perros, su sentido de obediencia. Asimismo, la familia aprendió que la tierna perrita no se puede quedar sola en casa.