Cinco bellos poemas para dedicarle a tu mamá en su día ¡Le encantarán!
Únete al canal de Whatsapp de WapaFalta casi nada para celebrar el Día de la Madre y si ya tienes el regalo pero te falta una bella dedicatoria, hoy te mostramos los mejores poemas para dedicarle a tu mamá en su día y se sienta así la mujer más especial del mundo. ¡Le encantarán!
A un ángel
Hoy el viento me trae tu recuerdo
cubriéndome de profundo escalofrío
por una muerte que aun no entiendo
y trato de comprender por qué te has ido.
Naciste como un ángel
y creo que como un ángel has vivido
caminando por la vida
sin sentir ningún peligro.
Tal vez por eso Dios te llevó
porque eras un ángel
y solo los ángeles junto a Dios
tienen su sitio.
Cuando supe de tu viaje
mi corazón quedó como detenido
y sentí un dolor tan fuerte que creí
que tu muerte, de Dios fue un descuido.
Pero creo en Jesucristo
y su promesa de otra vida
y por eso ya no lloro al saber
que te veré nuevamente madre mía.
Madre
“Eres tú la luz de mi existir,
faro sin igual en mi vivir.
Eres tú canción de amor,
que brota en flor,
no se podrá nunca medir tu corazón.
Madre como tú nadie jamás,
mi dulce quietud tú lo serás,
y por eso madrecita,
hoy te vengo a decir
esta oración que lleva
en ella mi gratitud.”
“FELIZ DÍA MAMÁ”
Dios te bendiga
Durante 9 meses
me acogiste en tu seno,
Sin importar el dolor
Que causaba a tu espalda.
Día y noche me cantabas,
Día y noche me hablabas,
Y al sentir el latido de tu corazón
Con ternura me arrullabas
Cuando me sentí en tus brazos,
La emoción me embargaba,
Tome tu dedo con mi mano,
Te apreté tan fuerte
Para que jamás me dejaras,
Hoy ya no tomo así tu mano
Porque con la misma fuerza
Que me aferre una vez a ti
Te aferraste a mis sentidos
Y llenaste de ternura
Cada uno de mis latidos.
Gracias mamá.
El consejo maternal
Ven para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día;
(aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la celeste melodía).
Ven, y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas,
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas.
¿No sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
Ven para acá, pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada, le dije;
la causa de mis lágrimas ignoro,
pero de vez en cuando se me oprime
el corazón, y lloro.
Ella inclinó la frente, pensativa,
se turbó su pupila,
y, enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
– Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá, muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas,
y si no, a consolarte desde arriba…
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma:
¡ Invoco el nombre de mi madre amada,
y, entonces, siento que se ensancha el alma !
Mamá, la mejor palabra
Puedo decir que mamá es la mejor palabra
porque no solo se la digo a la persona
que me dio la vida, sino aquella que dio
la vida por mí, que en las noches de desvelo
siempre hubo luz para mí.
Es la mejor palabra que sale de mi voz
cuando no salió algo que yo esperaba
solo pido que nunca borren de mi memoria
esa palabra que nunca quiero olvidar.
Sólo el amor de una madre
Sólo el amor de una Madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo.
Sólo el amor de una Madre confiará,
cuando nadie otro cree.
Sólo el amor de una Madre perdonará,
cuando ninguno otro entenderá.
Sólo el amor de una Madre honrará,
no importa en qué pruebas haz estado.
Sólo el amor de una Madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba.
No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una Madre.