El queso que se come con todo y gusanos es considerado el más peligroso del mundo
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Queso con gusanos.
La alimentación humana es tan diversa como las culturas y los lugares que la conforman. Desde ingredientes exóticos hasta tradiciones culinarias milenarias, la comida refleja una identidad única. Sin embargo, hay un alimento que ha cruzado fronteras y conquistado paladares en todo el planeta: el queso.
Este alimento lácteo acompaña a la humanidad desde los primeros pasos de la domesticación animal, con las ovejas como una de las principales fuentes de leche. Ante la falta de métodos de conservación para la leche, las primeras civilizaciones descubrieron, quizás por casualidad, que este líquido se transformaba a través de la fermentación. Con el paso del tiempo, este proceso dio origen a una impresionante variedad de quesos que enriquecen las gastronomías de todo el mundo. Hoy en día, el queso es uno de los productos más valorados y apetecidos por su sabor y versatilidad.
Sin embargo, entre los miles de quesos que existen, hay uno que se destaca por su singularidad y peligrosidad. ¿Te atreverías a probarlo?
El queso más arriesgado del mundo
En la remota isla italiana de Cerdeña, ubicada en el mar Tirreno y conocida por sus paisajes idílicos, se elabora un queso que ha sido catalogado como el más peligroso del mundo: el casu marzu. Este peculiar queso se caracteriza por estar infestada de gusanos vivos, una característica que lo hizo famoso en 2009, cuando el récord Guinness lo reconoció como el más riesgoso del planeta.
El proceso de elaboración de este queso comienza cuando las moscas del género Piophila casei depositan sus huevos en las grietas del fiore sardo, un queso típico de la región. Una vez que los huevos eclosionan, las larvas se alimentan de las proteínas del queso, alterando su textura y convirtiéndolo en una pasta cremosa y suave.
Una vez que el queso ha alcanzado su punto de transformación, los locales lo abren para disfrutar de este manjar. Sin embargo, para quienes tengan aversión a los gusanos, la experiencia puede resultar perturbadora. A menudo, las larvas aún se encuentran en movimiento cuando se sirve el queso, lo que genera reacciones encontradas. Aunque los residentes disfrutan de este platillo, no todos están dispuestos a ver a los pequeños gusanos retorcerse antes de ser ingeridos.
Para aquellos menos aventureros, existe la opción de centrifugar el queso, eliminando así las larvas visibles y permitiendo disfrutar del sabor sin el espectáculo de los insectos en acción.
¿Por qué se considera peligroso?
El peligro de este queso radica en el consumo de las larvas vivas. Aunque las pequeñas criaturas pueden sobrevivir al paso por el tracto digestivo y causar miasis, una infección parasitaria que podría provocar microperforaciones en el intestino, hasta el momento no se han reportado casos confirmados de intoxicación alimentaria vinculados al casu marzu.
El consumo de insectos como fuente de proteína es común en diversas culturas del mundo. No obstante, el simple hecho de ver gusanos retorciéndose sobre un trozo de queso puede ser una experiencia difícil de digerir para muchos. ¿Te atreverías a probarlo?