Vínculo madre e hija sería el más fuerte de tu vida, afirma estudio

En el transcurso de la vida desarrollamos relaciones tan fuertes como cambiantes. La relación con nuestras madres es una de esas y con la que más conexiones se experimentarán lo largo de nuestras vidas.

Una manera de representarla es como una montaña rusa en la que en ciertos momentos podemos necesitar a nuestra madre y al otro deseamos no tenerla y parece que le hemos declarado la guerra.

Una madre es esa imagen que al ser pequeñas nos da confianza al cien por ciento, nos da seguridad, nutrición y nos ayuda a la supervivencia. Cuando somos niñas aprendemos de ella cosas como las que se deben y no se deben hacer, aunque eso signifique premios, regalos y castigos.

Más tarde, de adolescentes lo único que queremos es superar y pasar la etapa difícil de la pubertad y nuestro desarrollo socio-emocional que con ayuda de mamá se puede volver una recarga de estrés inaplazable. Incluso llegamos a alejarnos lo más posible de ella como medio de escape.

Ya de adultas, buscamos estar en la cercanía de su cobijo y de su sabiduría como cuando éramos pequeñas con el deseo de ser tan buenas madres o hijas como ella en su momento nos enseñó.

Debes saberlo si eres madre o hija, que el vínculo madre-hija es una de las conexiones más fuertes que se pueden compartir de a dos y de acuerdo con la ciencia, existe una razón para eso.

Todo se explica por cómo nuestro cerebro procesa las emociones.

Según el estudio publicado por el Journal of Neuroscience, la parte del cerebro que regula la emoción es más similar entre madres e hijas que cualquier otra pareja intergeneracional (madre-hijo, padre-hija, padre-hijo).

Esto porque, aunque las conexiones entre madre e hijos, padres e hijas o padres e hijos se pueden construir sobre bases sólidas de amor, no llegan a ser tan fuertes en los departamentos de empatía.

El estudio realizado por Fumiko Hoeft profesora asociada de psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco, apunta que el "circuito corticolímbico, que se ha implicado en la regulación del estado de ánimo, muestra patrones de transmisión multilineales específicos".

Esto quiere decir que va a ser más probable que tu madre entienda cuan do te enfrentas a un problema porque podría imaginarse a sí misma en tus zapatos.

No hay que olvidar que existe una serie de factores que comprometen el ambiente y que pueden afectar cómo se desarrolla el vínculo madre y niña. A su vez la salud mental de una mamá es otro factor e indicador fuerte para las hijas en su etapa de crecimiento.

Como factor final que también influye mucho en la relación y desarrollo de las hijas son las experiencias de las madres, las cuales también favorecen a las hijas y serán una gran influencia mutuamente para bien o para mal.

No cabe duda que el vínculo que nos une a nuestras madres es muy poderoso y la ciencia lo ha confirmado. Cuida de tu relación madre e hija porque será de las más importantes e influyentes en tu vida.