Frases de Kung Fu Panda que te harán ver la vida diferente
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa película Kung Fu Panda se estrenó en el año 2008, donde un oso panda y sus amigos consiguieron demostrar que las diferencias suman para mejorar y buscar un bien común. Po, el Maestro Shifu, Tigresa, Señor Ping, Mantis, Mono, entre otros dejaron muchas enseñanzas que invitan a reflexionar y pensar en el cómo estamos llevando nuestras vidas.
Las frases que Kung Fu Panda muestra sabiduría pura, y es que no podemos negar que el andar cotidiano y la velocidad en la que corre la vida hace que no podamos guardar momentos que nos lleven a la paz interior.
Gracias a las bellas frases de esta película, grandes y pequeños podemos meditar sobre las cuestiones más enredadas de la condición humana.
A continuación las frases más representativas de la esta película animada:
- El ayer es historia, el mañana es un misterio, pero hoy es un regalo. Por eso lo llaman presente. -Maestro Oogway
- No existen las coincidencias en este mundo. -Maestro Oogway
- No hay ningún ingrediente secreto. -Sr. Ping
- A menudo uno se encuentra con su destino en el camino que ha tomado para evitarlo. -Maestro Oogway
- Debes creer. -Maestro Oogway
- Cualquier cosa es posible cuando se tiene paz interior. -Maestro Shifu
- Tu mente es como el agua, mi amigo. Cuando se agita, es difícil ver. Pero si permites que se asiente, la respuesta se hace evidente. -Maestro Oogway
- No hay un ingrediente secreto. Eres solo tú. -Po
- Obedecer a tu maestro no es una debilidad. -Maestro Shifu
- Hay cosas que podemos controlar. Puedo controlar cuándo cae la fruta. Controlo dónde siembro la semilla. Esa no es ninguna ilusión, maestro. -Maestro Shifu
- No importa lo que haga, esta semilla crecerá para convertirse en un árbol de durazno. Podría desear que diera manzanas o naranjas, pero solo dará duraznos. -Maestro Oogway
- Enseñar Kung Fu es un arte que toma años dominar. No te desanimes si fallas. -Maestro Shifu.
- Lo único que importa es en lo que tú decides convertirte. – Po
- Me quedé porque cada vez que usted me lanzó un ladrillo a la cabeza o me dijo que apestaba, me dolió. Sin embargo, nada puede doler tanto como el día a día de mi vida siendo yo. -Po