Un estudio reciente reveló que el consumo de queso y lácteos antes de dormir puede alterar el sueño y aumentar la frecuencia de pesadillas, especialmente en personas sensibles.
Únete al canal de Whatsapp de Wapa
Lo que muchos creían solo un mito popular ahora tiene sustento científico: comer queso antes de ir a la cama podría ser la causa de tus sueños más extraños o perturbadores. Un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology analizó el comportamiento onírico de más de mil personas y encontró un vínculo claro entre ciertos alimentos como los productos lácteos y la aparición de pesadillas.
Según los resultados del estudio, los productos lácteos como el queso aumentan la posibilidad de tener sueños inquietantes, especialmente en personas con intolerancia a la lactosa o sensibilidad digestiva. De los encuestados que señalaron que la comida había influido en sus pesadillas, el 25 % culpó directamente a los lácteos.
Pero no son los únicos responsables. Los postres y dulces fueron incluso más mencionados: un 31 % de los participantes relacionaron sus sueños perturbadores con el consumo de azúcares antes de dormir.
Los expertos explican que este tipo de alimentos ricos en grasa, azúcar o lactosa pueden generar malestares estomacales como hinchazón, gases o calambres. Estos malestares, a su vez, provocan microdespertares durante la noche. Aunque breves, estos despertares interrumpen el ciclo de sueño profundo, lo que favorece la consolidación de recuerdos oníricos más vívidos, intensos o angustiantes.
Además, el estudio encontró que comer tarde o sin sentir hambre puede deteriorar la calidad del descanso y aumentar la frecuencia de sueños incómodos o confusos.
TAMBIÉN PUEDES VER: ¡Evita accidentes! Los electrodomésticos que NUNCA debes dejar enchufados cuando sales de casa
En contraste, las personas que llevan una dieta rica en frutas, verduras o infusiones reportaron un descanso más reparador y sueños mucho más agradables. Esto refuerza la idea de que lo que comemos influye directamente en cómo dormimos y soñamos.
Aunque desde hace más de un siglo circula la creencia de que el queso provoca sueños raros o pesadillas, esta investigación se convierte en una de las primeras en respaldar esa idea con datos científicos concretos.