Alimentación infantil: 5 mitos que todos los padres deben conocer
Únete al canal de Whatsapp de WapaNo hay duda que como padres buscamos lo mejor para nuestros hijos tanto en su educación y alimentación; sin embargo, en el caso de este último punto han surgido ciertos mitos en torno a los alimentos que debe consumir.
Por ello, en el siguiente artículo queremos erradicar estos mitos en torno a la alimentación de los más pequeños de casa, señalado en el portal Eres mamá. ¡Atenta y toma nota!
1. El desayuno es la comida más importante del día
Falso. El desayuno no es más importante que cualquier otra comida del día. Todos los alimentos que ingiera influye en su desarrollo, por lo que si lo que les vamos a ofrecer son galletas, zumos o lácteos azucarados, es incluso preferible que no desayunen. La buena alimentación consiste en ingerir alimentos saludables.
2. Los niños no deben comer huevos porque tienen colesterol
Verdad. Es cierto que los huevos contienen una cantidad considerable de colesterol; sin embargo, este apenas influye en el contenido de colesterol circulante en sangre. Es importante mencionar que el problema no es el huevo, sino la forma de preparación o los alimentos con los que se acompañan.
3. Pueden comer snacks insanos porque lo queman jugando
Falso. La dieta de los niños nunca debería incluir alimentos ultraprocesados como galletas, patatas fritas u otros snacks. Aunque es cierto que kilocalorías extra las puedan “quemar” jugando, lo cierto es que su consumo puede provocar enfermedades.
4. Tienen que acabarse todo lo que hay en el plato
Una de las cosas que más preocupa a una madre o a un padre es que su hijo no coma bien y, por ende, no crezca sano y fuerte. Por ello, muchas veces exigimos que termine toda la comida que está en su plato.
Es importante tener en cuenta que existen mecanismos innatos de autorregulación de la ingesta y señales de saciedad. Por eso, no debemos vulnerar estas señales cuando nuestros hijos nos indican que están saciados.
5. En un restaurante tiene que comer menú infantil
Lo cierto es que los menús que se les ofrece a los niños en los restaurantes suelen ser poco o nada recomendables. Mientras que a los adultos nos ofrecen una amplia variedad de alimentos preparados de distintas formas, más o menos saludables, a los niños les ofrecen alimentos procesados de mala calidad.