Tricampeona mundial de ciclismo se suicida a los 23 años
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl deporte está de luto. La tres veces campeona del mundo y ganadora de la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016, Kelly Catlin, fue encontrada sin vida en su hogar ubicado en el estado de California. Según la prensa local, la causa de su deceso se trataría de un suicidio por depresión.
La tragedia fue confirmada el último domingo por la Federación de Ciclismo de U.S.A., mediante un comunicado difundido en sus redes. Rob DeMartini, presidente de la federación expresó que: “La comunidad ciclista estadounidense ha sufrido una pérdida devastadora con la muerte de Kelly Catlin, miembro del equipo nacional”.
Catlin no solo era una estupenda ciclista en pista, también estudiaba ingeniería informática en la Universidad de Stanford y tocaba el violín, sin duda alguna, derrochaba talento en todo lo que se proponía. Así lo hizo saber su padre en una carta enviada a la revista Velo News.
“No pasa un minuto sin que piense en ella y en la vida maravillosa que podía haber tenido. No pasa un segundo en que no pensemos que daríamos nuestras vidas a cambio de la de ella”, fueron una de las tantas frases que figuraban en la desgarradora carta del progenitor.
En una reciente entrevista publicada por Velo News, la deportista expresó que le costaba organizarse en todas sus actividades por lo que estaba atravesando un proceso de poder reconocer sus límites y aprender a “pedir ayuda cuando la necesitas”.
Agregó que “la mayoría de veces no consigo que las cosas funcionen. Es como hacer malabares con cuchillos; lo que pasa es que la mayoría caen al suelo y no sobre mí". Palabras que demostraban la fuerte carga interna que Catlin llevaba por dentro, lo que le pudo causar una depresión profunda de la que ya no puedo salir más.
Muchas veces asumimos que podemos salir solos de una etapa de depresión, lo cierto es que no es fácil y necesitamos ayuda clínica y rodearnos de las personas que nos quieren, de lo contrario, las consecuencias podrían ser irreversibles.
Esperamos que Kelly Catlin tenga paz y su caso, como el de muchos, nos haga ver con mayor importancia la gravedad de la depresión.