“Sé que he sido ingrata y te pido perdón” Hermosa carta para amarme siempre

Ya llega San Valentín, y mucha gente se esfuerza por sus parejas demostrándole todo el amor que sienten. Sin embargo, algunas personas caen en el error de dejar de amarse a ellos mismos y poner primero a otras personas.

Ese error no debe cometerse jamás, ya que para amar, debemos amarnos primero a nosotros.

A continuación, te dejaremos una hermosa carta dedicada al amor propio.

"Siento que a veces me olvido de ti y con algo de remordimiento me atrevo a escribirte.

En estos días estuve pensando en ti, cada vez con más frecuencia.

Sabes, quiero que sepas que eres una mujer muy especial, que la relación que tenemos no suele ser tan fácil como parece; mis miedos, mis tormentas y los monstruos que hay en mí siempre salen a la luz.

Pero hoy puedo asegurar que, a pesar de todo, eres una persona excepcional. Te amo con todas mis fuerzas, con todos esos defectos que tienes de niña y con todas las virtudes que llevas contigo.

Crecer no es fácil, uno siempre se equivoca, pero rectificarse es para valientes y eso te hace diferente, por eso te admiro porque tienes la fuerza para poder hacerlo. Aprendo todos los días a valorar tus pequeñas cosas, tus momentos de chispa o de las que guardas en secreto. Cada día avanzas y tomas cada cosa como reto personal, eso te hace aguerrida.

Me encanta tus ganas de crecer y mejorar, esas ansias que tienes de comerte al mundo, de intentar cada día ser un poquito mejor y compartirlo con los demás. Admiro tu lucha constante, tu valentía.

Me gusta mucho cómo te ves al espejo y sonríes al verte, orgullosa por cómo eres y no te da miedo mostrarte al mundo.

Me gusta que te quieras cada parte de ti, así no estés conforme. Me gusta que ames tu manera de caminar, de vestir y de cómo tienes el pelo. Para mí siempre eres hermosa, desde que amaneces demacrada hasta cuando te vas a dormir con una mascarilla.

Tu compañía es lo mejor que tengo y no necesitas de un hombre para sentirte completa, eres tú y eso es perfecto.

Sé que he sido ingrata y te pido perdón, pero ahora quiero darte todo el tiempo que mereces.  Pienso en todo lo que has conseguido y siento realmente orgullo al ver que poco a poco vas cumpliendo tus objetivos, que a pesar de que grites al aire, al final terminas aceptando y avanzando con una sonrisa.

Estoy orgullosa de la mujer en la que te has convertido y en lo que vas aprendiendo. Crecer no es tan fácil, sobre todo cuando no quieres ser cómo los adultos que están a tu alrededor.

Te miro en el espejo y te hablo, digo exactamente todas estas palabras y estoy siendo sincera, sin miedo y amándote profundamente. Para terminar, me gustaría decirte: ‘Te amo, con todo lo que tienes dentro y fuera. Gracias por perseverar y no rendirte, sigamos luchando’.

Léeme siempre cuando la inseguridad invada tu día, siempre estaré para ti. Por cierto ¿Te he dicho lo guapa que estás hoy?"

De: Mi yo interior.

Por Estrella Gonzales 

Una hermosa carta para valorar el amor propio que todas las mujeres no debemos olvidar jamás.