¿Rímel seco? Prueba estas 7 formas efectivas de revivirlo sin dañarlo

Te maquillas con prisa, abres tu rímel favorito y, para tu horror, descubres que está seco, grumoso o simplemente no pinta. Esta escena de belleza frustrada es más común de lo que parece, y sí, tiene solución.

Desde lágrimas artificiales hasta el truco del baño María, existen métodos caseros que prometen revivir tu máscara de pestañas y salvarte del apuro. Pero, ojo, no todos los trucos son infalibles ni permanentes.

Cuando el rímel empieza a volverse espeso pero aún no está del todo seco, puedes rescatarlo con unas gotas de suero fisiológico o lágrimas artificiales. Estos líquidos, seguros para los ojos, ayudan a devolverle su textura sin alterar la fórmula. Solo inclina el tubo, añade entre 2 y 4 gotas, ciérralo y hazlo rodar suavemente entre las manos. Eso sí, evita excederte para no diluir demasiado el producto y perder su eficacia.

Un método simple consiste en colocar el envase cerrado en una taza con agua caliente (no hirviendo) durante unos 3 a 5 minutos. El calor ayuda a que los ingredientes se ablanden y se mezclen de nuevo. Recuerda mantener el tubo bien cerrado para evitar que entre agua o bacterias. Al finalizar, seca el envase y agítalo suavemente: notarás una mejor aplicación.

Si tienes líquido para lentillas en casa, estás de suerte. Agrega de 2 a 3 gotas al tubo cerrado del rímel, agita o gíralo con las manos, y listo. Este líquido estéril es ideal para restaurar la textura sin grumos y dejar la fórmula más manejable.

Ambos aceites, conocidos por sus propiedades hidratantes, pueden ablandar el rímel seco y prevenir los grumos. Solo necesitas calentar ligeramente una o dos gotas y agregarlas al envase, agitando luego con suavidad. También puedes aplicarlo directamente sobre las pestañas con un hisopo antes de usar el rímel: así mejora su deslizamiento.

Una gota de gel puro de aloe vera puede mejorar la textura del rímel seco y nutrir las pestañas al mismo tiempo. Aplícalo dentro del tubo con una herramienta limpia, mezcla suavemente y espera unos instantes antes de usar. Este truco no es recomendable para máscaras waterproof, ya que podría alterar su fórmula.

Para suavizar temporalmente el rímel, puedes introducir una pequeña cantidad de vaselina con un hisopo limpio. Luego agita con cuidado para integrarla. Aunque puede funcionar, hay que usarla con moderación, ya que su textura puede hacer que el producto se corra con facilidad y, si entra en el ojo, puede causar molestias visuales.

Este ingrediente hidratante, presente en muchos cosméticos, también sirve para revivir un rímel seco. Añade solo una o dos gotas en el tubo, cierra bien, agita suavemente y deja reposar un momento. Ayudará a mejorar la fluidez del producto y a que el cepillo se deslice mejor por las pestañas.