La importancia de jugar con tu gato

¿Qué harías si no tuvieses un momento del día en el que te entretienes, te mueves o te diviertes? No va a ser de tus días más felices, y tampoco lo va a ser para tu gatito si no le das chance de jugar contigo.

El juego es muy importante en la rutina diaria de los gatos porque es el momento en el que desgastan toda su energía. De no hacerlo, puede pasar que se desquiten con tus adornos o tus horas de sueño, ya que, siendo crepusculares, van a estar más activos al salir y ponerse el sol.

Por eso, es importante cumplir con sus necesidades de actividad física. Además, vas a poder prevenir que tenga sobrepeso y mantener activos sus instintos y músculos hasta una más longeva edad.

Los gatos son muy rutinarios y sus costumbres son parecidas a las de otros felinos. Cuando juegan, en realidad están “cazando” y el ciclo de juego consiste en:

1. Cazar

2. Atrapar

3. Matar

4. Comer

5. Bañarse

6. Dormir y se repite el ciclo.

De la misma manera que otros felinos, una vez que se comprometen a cazar algo, pueden estar bastante tiempo acomodándose e inspeccionando sus alrededores para asegurarse de saltar y perseguir a su presa en el momento perfecto. Esto es porque los gatos tienen picos de energía muy altos, pero de corta duración, entonces van a asegurarse de utilizar ese tiempo de la manera más eficiente posible.

En ese sentido, cuando juegas con tu gatito, es muy importante hacer que tu juguete sea lo más creíble y parecido a una presa posible. De lo contrario, no obtendrás su interés.

Un error común es mover el juguete de un lado a otro, hacerlo muy fuerte o ponérselo encima. En esos casos, verás que probablemente no te haga caso y pensarás que no quiere jugar. Pero, en realidad solo tienes que trabajar en capturar su atención. Puedes hacer distintos movimientos que sí funcionarán con tu gatito imitando a distintas presas:

-Pájaros: Mover el juguete por el aire, imitando el vuelo de un pájaro o un insecto. Hacer que aterrice en el suelo unos pocos segundos de vez en cuando y volverlo a levantar.

-Ratón: Mover el juguete siempre en contacto con el suelo y hacerlo dar vueltas. Puedes hacer que tenga pausas y aceleraciones inesperadas.

-Conejo: Mover el juguete por el suelo pero, de vez en cuando, hacerlo saltar encima de los muebles y hasta usarlos como escondite. Es entretenido para ellos ver que se esconde y darles la incertidumbre de no saber hacia dónde se moverá luego.

Cuando hayas perfeccionado el arte de llamar su atención, podrás tener buenos episodios de juego con tu gato. En esa persecución, cuando tu gatito se lanza a atrapar a su “presa”, es cuando debes aprovechar lo más posible para desgastar su energía.

Hay que hacérselo difícil, pero, no se trata únicamente de hacerlo perseguir y perseguir la presa sin nunca poderla atrapar. Es por eso que no es bueno usar láseres para el juego porque nunca sienten la satisfacción de coger el punto que persiguen. Que lo atrape es tan importante como que lo persiga. De más está decir que no debes usar tus manos como juguetes, a menos que quieras terminar arañado y mordido regularmente.

Luego de permitir que atrape el juguete, verás que lo arañan, que lo muerden, que lo patean o incluso que lo cogen con la boca y se lo llevan. Hay que dejarlos “celebrar”. Si es necesario que lo acompañes hasta donde se quiere echar con el juguete, hazlo. Déjaselo por unos minutos, que termine de “aniquilar” a su “presa”.

Si paras luego de un solo episodio, tu gato no se habrá cansado todo lo que podría cansarse. Cuando parece que está desgastado, todavía puede tener energía guardada. No hemos permitido que la descargue toda aún. Entonces, luego de unos 2 o 3 minutos en los que recupera el aliento, vuelves a sacar el juguete de donde esté y repites la parte de la persecución y captura.

Tu gatito va a tener otro gran exhorte de energía, pero lo más probable es que no dure tanto tiempo o no sea tan intenso como el anterior. Eso se puede repetir unas veces más hasta que realmente tengas a tu gatito cansado.

¿Cómo saberlo? Quizás veas que solo se queda echado y ya no persigue la presa, o hasta puedas verlo dar un suspiro grande de lo cansado que está. Si el gato juega solamente recostado o ya no intenta cazar verdaderamente el juguete, ese podría ser indicador de que ya es fin de la hora de juego.

Luego, su instinto natural le va a decir "yo atrapé algo, ¿cuándo me lo como?”. Y es ahí el momento de darle comida, y así culminar con el ciclo del juego mencionado anteriormente.

Además, no hay que perder la chance de que asocie esa "atrapada" a que logró conseguir su comida. Si obtiene la recompensa al final, quizás se anime al juego más rápido la próxima vez, porque lo asocia con una buena experiencia.

Finalmente, es importante adaptar la intensidad del juego a la edad de tu gato. No tiene que estar corriendo por todos lados a toda velocidad para jugar. Podría simplemente seguir al juguete con la mirada y ya es bastante (en especial para gatos mayores).

Pueden tener un poco de ese estímulo a través de la ventana, donde no van a salir a atrapar nada pero van a seguir con la mirada a sus potenciales presas. Sin embargo, sí o sí es importante mantener sus instintos vivos y darles por lo menos la oportunidad de hacerlos surgir.

Recuerda que el que se tiene que divertir es tu gato, no tú. Lo más importante es que él o ella pasen un buen momento. Ellos son los que, además de dormir y comer, no tienen otras actividades para hacer. Esto puede ser lo más resaltante de su día y a ti solo te tomará unos 15 minutos. No lo dejes de lado y asegúrate de que tu gatito tenga días felices.