¡Atención diabéticos! Esta infusión milenaria ayuda a regular el azúcar y te hace sentir liviano
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La manzanilla destaca entre las infusiones por sus múltiples beneficios y su popularidad en hogares argentinos. Los expertos recomiendan consumir al menos una taza diaria para aprovechar sus propiedades, como mejorar la digestión y favorecer un sueño reparador. Tomarla con frecuencia no solo aporta bienestar, sino que también ayuda a prevenir diversas enfermedades. Por eso, esta infusión se ha convertido en una aliada natural ideal para quienes buscan cuidar su salud de manera sencilla y efectiva.
¿Cuáles son los beneficios de la manzanilla para la salud?
La manzanilla no solo es eficaz para aliviar molestias digestivas, sino que también ha demostrado tener efectos positivos en el control de la glucosa en sangre. Una investigación realizada por científicos iraníes evidenció que su consumo habitual puede contribuir a mejorar los niveles de glucosa con el tiempo.
Según la bioquímica francesa Jessie Inchauspé, destaca la relevancia de estos hallazgos, que se suman a otros beneficios como la disminución del colesterol y la inflamación, gracias a su potente carga de antioxidantes.
Asimismo, la manzanilla es conocida por su efecto relajante, ideal para quienes buscan una ayuda natural para dormir. Aunque aún no se ha confirmado si los flavonoides son los responsables de este efecto, sí se reconoce su capacidad para inducir el sueño, lo que repercute positivamente en la calidad de vida.
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Beneficios destacados de la manzanilla:
- Control de la glucosa: ayuda a estabilizar los niveles en sangre si se toma con frecuencia.
- Disminución del colesterol: favorece un perfil lipídico más saludable.
- Efecto antiinflamatorio: combate procesos inflamatorios en el organismo.
- Mejora del sueño: favorece un descanso reparador y combate el insomnio.
¿Cuánta manzanilla se debe consumir?
Para aprovechar al máximo sus propiedades, diversos estudios sugieren beber hasta tres tazas al día, preferiblemente después de cada comida, durante un lapso de ocho semanas. Esta rutina puede potenciar sus efectos a largo plazo.
Además, la manzanilla admite múltiples formas de preparación. La especialista, Jessie Inchauspé, propone enriquecer la infusión con ingredientes como canela, cardamomo, jengibre o limón, y optar por edulcorantes naturales como la stevia o el monk fruit.
Su versatilidad permite disfrutarla tanto caliente como fría, lo que la convierte en una bebida ideal para cualquier momento del día.
