El sorprendente efecto del ayuno intermitente en el cerebro que nadie te contó
Únete al canal de Whatsapp de WapaUna reciente investigación liderada por científicos españoles está sacudiendo el mundo de la neurociencia: el ayuno intermitente no solo ayuda a perder peso, también mejora de forma notable la memoria, la atención y otras funciones cerebrales clave.

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El estudio, publicado en la revista científica Gut, se enfocó en un tipo de ayuno llamado "en días alternos", donde las personas comen normalmente un día y reducen drásticamente las calorías al siguiente. Este patrón, conocido como ADA por sus siglas en inglés, fue analizado en profundidad por el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y otras entidades especializadas en obesidad, microbiota y neurobiología.
¿Qué encontraron?
Tras analizar a 96 adultos con obesidad durante 12 semanas, los investigadores notaron que quienes practicaban el ayuno ADA obtuvieron mejores resultados en pruebas de memoria, atención sostenida y control mental, comparados con quienes seguían una dieta mediterránea o cetogénica.
Lo más impactante es que las mejoras cognitivas no se debieron solo a la pérdida de peso (que fue similar entre los grupos), sino a algo más profundo: un cambio en la salud del intestino y su conexión directa con el cerebro.

Una transformación desde el intestino hasta el sistema nervioso
Los científicos detectaron que el ayuno en días alternos modificó radicalmente la microbiota intestinal, es decir, las bacterias que viven en nuestro sistema digestivo. En lugar de las especies inflamatorias que suelen encontrarse en personas con obesidad, aumentaron bacterias beneficiosas que producen compuestos como el butirato, capaz de reforzar la barrera intestinal y enviar señales positivas al cerebro.
Para comprobar su impacto, se trasplantaron esas bacterias en ratones de laboratorio. Los resultados fueron sorprendentes: los animales mostraron una mayor capacidad de limpieza neuronal y menos inflamación cerebral, lo que sugiere un vínculo directo entre el intestino y la función mental.

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Una herramienta sin suplementos, ni dietas costosas
A diferencia de otras dietas que requieren productos específicos, el ayuno ADA es sencillo de seguir. Según los expertos, no necesita suplementos ni alimentos especiales, y puede adaptarse fácilmente a distintas culturas. Solo requiere organización, acompañamiento médico y compromiso.
“La clave está en cómo este tipo de ayuno modula el eje intestino-cerebro. Remodela nuestra microbiota y eso impacta directamente en la actividad de las células inmunes del cerebro”, explicó la investigadora Virginia Mela, parte del equipo científico.
¿Y qué viene después?
El estudio abre la puerta a nuevas formas de proteger el cerebro, sobre todo en personas con riesgo de deterioro cognitivo, como pacientes mayores o con prediabetes. Los investigadores ya trabajan en programas de intervención personalizados, aunque advierten que este método debe aplicarse bajo supervisión profesional y no sustituye tratamientos médicos.
Este hallazgo posiciona al ayuno intermitente como una estrategia prometedora no solo para perder peso, sino también para cuidar el órgano más valioso del cuerpo: el cerebro.