"Los perros o yo" le dijo su marido, ahora ella vive feliz con sus perritos

No hay duda que el amor hacia nuestros amigos peludos no tiene límites y así lo hizo presente una mujer que decidió dar finalizado su matrimonio de 25 años luego que su esposo la obligara a decidir entre él o sus perritos. Su respuesta ha generado todo un debate en las Facebook.

El matrimonio está lleno de emociones en los que la pareja tiene que aprender sobrellevar y aceptar lo que le hace feliz a la otra persona. Sin embargo, el esposo de Liz Haslam, le dijo algo que la dejó sin palabras.

Tras 25 años de matrimonio, su marido cansado de que su esposa amara diera todo por sus perritos, decidió ponerle un ultimátum a la pasión de años de su mujer: “Los perros o yo” fueron las palabras que la dejaron pensando sobre dónde estaban sus prioridades; sin embargo, le salió el “tiro por la culata”.

La mujer amaba a su esposo y sus mascotas, pero nada que realmente la ama la obligaría a dejar algo que le hace feliz a ella por lo que y su respuesta fue tan rápida, segura y firme como su amor por sus perros: “Elijo mis perros”.

“Pensé que después de 25 años, él debería saber que renunciar a los perros no era en lo absoluto parte de mis intenciones”, contó Liz. Y a partir de ahí, no supo más de su marido y ya han pasado 18 meses. ¡Increíble, pero cierto!

La pareja se conoció cuando Liz tenía 16 años y se fue de su casa para mudarse con él cuando terminó la secundaria. Poco tiempo después, la pareja decidió contraer matrimonio del cual nació su hijo Ollie, quien ahora tiene 22 años.

Durante la infancia de Liz, la mayor parte de su vida creció junto con perros, ya que su madre criaba unos West Highland Terriers y su padre era dueño de un negocio de alimentos para animales.

Es desde ese momento que su amor hacía ellos se hizo indestructible por lo que ya casada, fundó BedforBullies, una organización que rescata perros Bull Terrier, que es cuando comenzó a criar docenas de perritos rescatados en su hogar.

Pero al parecer, Mike, su esposo, no estaba dispuesto a compartir el tiempo y el amor de Liz con los perros. Pues pensaba que la mayor prioridad de ella debía ser él por lo que le pidió decir.

“Mi pasión por los perros era demasiado grande para Mike. Decidió que sería bueno hacer otras cosas más en la vida y se fue, y desde ahí no tenemos contacto… ¡Wow! Cuánto me amaba”, dijo irónicamente.

Ahora, la mujer asegura que es la mejor decisión que ha tomado y dice que sigue cuidando de sus perros, además de un loro y un guacamayo, y en los últimos días ha acogido a un perro sin hogar.