Vladimir Putin podría ser juzgado como "criminal de guerra" tras invasión a Ucrania

La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard, ha lamentado que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, esté utilizando armas termobáricas en contra de la población civil de Ucrania.

Pese a que en un primer momento, el mandatario ruso aseguró que no afectaría a la población civil de Ucrania durante su invasión, el citado organismo ha constatado que Putin ha atacado escuelas y refugios, en donde ha matado a niños.

"Una escuela preescolar en el noreste de Ucrania fue atacada con municiones en racimo ampliamente prohibidas mientras los civiles se refugiaban en el interior, matando a tres de ellos, incluido un niño, e hiriendo a otro niño", refirió Amnistía Internacional.

"Amnistía Internacional ha confirmado que un cohete Uragan de 220 mm arrojó municiones en racimo sobre la guardería y el jardín de infancia de Sonechko, en la ciudad de Okhtyrka, en el óblast de Sumy, donde la población local buscaba refugio de los combates. Puede constituir un crimen de guerra", agregan.

En ese mismo sentido se manifestó la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard, quien refirió que no hay justificación para que Vladimir Putin haya atentado contra al población civil.

"No hay justificación posible para arrojar municiones en racimo en áreas pobladas, y mucho menos cerca de una escuela. Este ataque tiene todas las características del uso por parte de Rusia de esta arma intrínsecamente indiscriminada y prohibida internacionalmente, y muestra un flagrante desprecio por la vida civil", señaló.

Cabe señalar que Rusia y Ucrania no suscribieron la Convención sobre Municiones en Racimo en el año 2008. Este tratado, firmado por 100 estados, regula el uso, desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento y transferencia de este tipo de armamento militar.

No obstante, según Amnistía Internacional, el derecho internacional humanitario es consuetudinario, por lo que se prohíbe el uso de este tipo de armas lanzados para herir y asesinar a civiles que huyen del combate, consolidándose un crimen de guerra.

La citada fuente afirmó que ha logrado verificar que Rusia ha realizado cuatro ataques a escuelas. Esto se inició el pasado 17 de febrero a un jardín de infancia en la ciudad de Stanytsia Luhanska e hirieron a tres civiles.

Posteriormente, el 25 de febrero, un misil dañó la Escuela No. 48 en Mariupol, reventó las ventanas y agujereó las paredes con fragmentos de metal. Mientras que el tercer ataque ocurrió el 26 de febrero, en donde un proyectil de artillería ruso, golpeó el segundo piso de un jardín de infantes en Chernihiv. Esto fue detectado por los sensores del satélite ambiental VIIRS.