Viral: Mujer es inducida en coma por COVID-19 y al despertar se da cuenta que ya dio a luz

Son miles las historias tristes que ha desencadenado la pandemia por Covid-19, pero también las que nos han llenado de esperanza. Como es el caso de Laura Ward, su historia se volvió viral y contamos por qué.

La mujer originaria de Wigan, Reino Unido, se contagió de coronavirus durante su embarazo de su hija. Pero su condición se deterioró de manera tan rápida que tuvo que ser sedada para realizarle una cesárea de emergencia a las 31 semanas, más de dos meses antes de su fecha de dar a luz, el 15 de octubre.

La bebé a la cual llamaron Hope (Esperanza), nació con un peso de 1 kilo 600 gramos en el Royal Bolton Hospital y, a pesar de pasar sus primeras cinco semanas de vida en el área de Neonatología, hoy en día ya está saludable y ha conseguido un peso más adecuado.

Mientras iban pasando las semanas, la familia de Laura, de 33 años, empezó con los temores de si la joven madre podría recuperarse o no en el futuro.

La joven asistente de enseñanza de una escuela primaria había acabado las clases para las vacaciones de verano sintiendo una ligera tos. Después de un par de días decidió hacerse un PCR, el cual arrojó el resultado positivo, reveló Manchester Evening News.

Ante este resultado, Laura decidió aislarse de su familia, pero luego empezaron a agravarse los síntomas, le costaba mucho respirar y, al visitar la sala de emergencias, la recomendaron que sea hospitalizara.

Laura no tenía otras afecciones de salud subyacentes además de la diabetes gestacional. Además, no había recibido la vacuna Covid-19 al comienzo de su embarazo, ya que inicialmente, debido a tantas dudas, no lo aconsejaban.

El estado de la inglesa se agravó durante las dos semanas siguientes de su intervención, por lo que la internaron en la maternidad para controlar al bebé y le advirtieron que quizá su bebé nazca de manera prematura.

Lo último que recuerda Laura es ingresar a la sala de la COVID-19, pero no tiene memoria sobre dar consentimiento para el nacimiento de Hope.

Su pareja John Leece fue llamado por el hospital, pero debido a las restricciones de COVID-19 no se lo dejó entrar al quirófano.

El siguiente recuerdo de Laura fue abrir los ojos siete semanas después, el 30 de septiembre, la cual fue grabada gracias a una imagen: la vista de la hija que ni siquiera sabía que había tenido.

"Abrí los ojos para ver a Hope en la cama conmigo, pero no podía mover ninguna parte de mi cuerpo", rememora el momento Laura, de la localidad de Tyldesley. "Todo lo que pude hacer fue sacudir y asentir con la cabeza", agrega.

John, de 37 años, cuenta que se comunicaba regularmente a través de FaceTime con Laura mientras ella estaba en coma, sin saber si podía escucharlo o no.

Además, se refería a su bebé como "la niña" hasta que ambos pudieron ponerse de acuerdo sobre el nombre que llevaría. También armó un álbum de recortes de las cosas que los niños hicieron mientras su madre ha estado en el hospital.

"Vino a verme todos los días con Hope y ha estado trayendo a William cuando puede y a nuestros hijos Lexi y Josh, que se quedan mucho tiempo con nosotros cuando no están en casa de su madre", remarca Laura, y añade que querían que mantuviera la rutina el mayor tiempo posible.

“Me perdí su primer día en la guardería y las primeras semanas de Hope, su primer baño y ese tipo de cosas. Pero John me dice que no me preocupe, ya que ella solo duerme, hace caca y bebe leche...", explica con una sonrisa.

Después de su terrible experiencia, no hace más que mandar un mensaje a todos aquellos que todavía piensan que vacunarse no es una buena idea. "Siempre es mejor prevenir que curar", dice la tan trillada como cierta frase.

La historia de Laura no solo se ganó titulares en el Reino Unido, sino también en las redes sociales, donde los usuarios se han conmovido mucho con la historia de la joven madre.