Da las buenas noches y su familia la encuentra muerta: la identidad de su asesino se descubre después de 31 años
Únete al canal de Whatsapp de WapaFawn Cox fue el nombre de una adolescente que vivía junto a sus padres y sus dos hermanas en una humilde casa de dos pisos en un barrio residencial en las afueras de Kansas City, Missouri, Estados Unidos. Era julio de 1989.
La precariedad económica agobiaba a su familia y es por ello que decidió aprovechar el verano para trabajar en un parque de atracciones a media jornada. Tenía 16 años.
Debido a que había tardado en acabar su turno, la madre de Fawn fue a recogerla a su centro de labores, ya que tenía una distancia bastante considerable en relación a su domicilio. Ya era de noche ese 26 de julio.
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Al llegar a su casa, la joven optó por no cenar y se despidió rápidamente de su familia. Les comunicó que debía madrugar al día siguiente pues debía de continuar con sus responsabilidades.
El cuarto de Fawn se encontraba pegada a la de sus dos hermanas pequeñas, pero aquella fatídica noche ambas no durmieron en sus habitaciones. Una de ellas decidió dormir en el primer piso, ya que ahí aire acondicionado y se sentía más fresca.
Fawn Cox: familia descubrió la escena del crimen
Al día siguiente, la alarma de Fawn despertó a toda la familia, quienes mostraron su extrañeza porque la joven era muy disciplinada. Cuando fueron a verla a su cuarto, se toparon con la peor escena de sus vidas: la adolescente se encontraba sin signos vitales, semidesnuda y con signos de haber sido estrangulada.
De manera inmediata, los padres de Fawn llamaron a una ambulancia, pero los paramédicos solo certificaron su deceso. Los especialistas les informaron que ya llevaba varias horas sin vida, por lo que debían de informar a la policía. No obstante, a primera vista identificaron marcas alrededor del cuello de la víctima. También descubrieron que había sido violada.
Las autoridades comenzaron a trabajar en la escena del crimen y llegaron a las siguientes conclusiones: el asaltante utilizó un viejo de remolque como soporte para colarse por una de las ventanas superiores de la casa y así llegar a la habitación de Fawn.
Entre las sábanas hallaron rastros de sangre, pelos e incluso esperma. En el jardín de la casa encontraron varios objetos de Fawn que habían sido sus sustraídos, excepto una radio, una grabadora y una consola de Nintendo.
Pese a la gran cantidad de pruebas, el estudio de ADN se encontraba en pleno desarrollo en 1989. Además, Estados Unidos aún no contaba con una red de datos de ADN que le permita identificar al agresor.
Un mes después de haberse iniciado las diligencias, un testigo dio su declaración a la policía y afirmó haber visto a tres sospechosos rondando la casa de Fawn antes de haberse cometido el crimen.
Los agentes acudieron a las casas de los tres adolescentes. Allí no solo se descubrió que uno de ellos era compañero de clases de Fawn, sino que además encontraron los objetos perdidos de la joven. Los acusados aceptaron haber ingresado a la casa de Fawn a robar, pero negaron en todo momento haberla asesinado.
Fue entonces que se tomó la decisión de someter las pruebas halladas en la habitación de Fawn al procedimiento de ADN, pero estas fueron inconclusas. Los tres adolescentes fueron juzgados por el robo y cumplieron 8 meses de prisión.
Debido a la falta de evidencias, el caso se dejó de lado, pero en 2000 se reabrió. Fue entonces que las autoridades de Kansas introducieron las muestras de ADN en el sistema para haber si había alguna coincidencia, pero no hallaron. También se cotejó con los tres sentenciados por robo, pero se confirmó que ellos no habían sido los asesinos.
Familia de Fawn Cox solicitó reabrir el caso en 2019
La familia de Fawn no se rindió y en el año 2019 solicitó que las pruebas de ADN vuelvan a ser sometidas a otro análisis de datos, pero al ser un caso antiguo costaba un alto monto de dinero. Entonces, se inició una recaudación de fondos, en donde participó la gran mayoría de la población de Kansas.
Fue así que la empresa Parabon NanoLabs recibió el encargo de analizar las muestras de ADN. Esto fue vital, ya que la compañía es conocida por ser una de las que ha marcado un hito en el campo de la genética. Además, es reconocida por haber ayudado a elaborar perfiles genéticos en casos que estaban prácticamente cerrados.
Tras un exhaustivo trabajo, en noviembre de 2020 se logró identificar al asesino de Fawn: Donald Cox, su primo. En el momento del crimen, Donald tenía 21 años y era un joven muy problemático. Había estado varias veces en la cárcel por delitos menores como hurto y posesión de sustancias.
La familia de Fawn quedó sorprendida con el hecho, pues jamás imaginaron que uno de sus integrantes había cometido tal atrocidad. Lo malo es que Donald falleció en el año 2006 a causa de una sobredosis, por lo que nunca pudo enfrentarse a la justicia norteamericana por el crimen de su prima.
Debido a este descubrimiento, la policía indagó acerca de las causas de la muerte de Donald. En un inicio se pensó que había sido un posible homicidio, por lo que su ADN había sido resguardado, pero se llegó a la conclusión de que la sobredosis fue accidental.
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Aunque la familia de Fawn no encontró justicia, si lograron hallar la paz al saber que el asesino no estaba haciendo daños a otras mujeres. En ese mismo sentido, los tres ladros que habían sido señalados por años, fueron redimidos y exculpados del asesinato de Fawn.