“Desearía no estar vivo”: el desgarrador testimonio del único sobreviviente del accidente de Air India

Un viaje familiar terminó en tragedia para Vishwash Kumar Ramesh, un ciudadano de 40 años que vivió lo impensable. Él logró salir con vida del accidente aéreo del vuelo AI-171 de Air India, que se estrelló en Ahmedabad el pasado jueves, dejando un saldo devastador de 279 personas fallecidas. Su hermano Ajay, que viajaba en el mismo avión, no tuvo la misma suerte.

En entrevista con The Sun, Vishwash compartió su desgarrador testimonio desde su casa en Diu, la isla donde ambos nacieron. “Es un milagro que haya sobrevivido. Estoy bien físicamente, pero me siento terrible por no haber podido salvar a Ajay”, confesó. Lo que parecía un detalle menor durante la reserva de pasajes —una diferencia de asientos—, terminó marcando su destino. Él se ubicó en el 11A, cerca de una salida de emergencia, mientras que Ajay quedó más alejado, en el 11J.

“Si hubiéramos estado sentados juntos, ambos podríamos haber sobrevivido”, lamentó. Esa mínima separación fue decisiva cuando la aeronave cayó estrepitosamente sobre el hostal de un colegio médico, donde se encontraban decenas de personas.

Vishwash recuerda cada segundo antes del impacto. “Se sintió como si algo se hubiera atascado y las luces comenzaron a parpadear. Todo pasó en segundos. Me di cuenta de que íbamos hacia abajo”, contó. El Boeing 787 se precipitó y estalló contra un edificio, causando una destrucción total en varios niveles.

Su cercanía a una de las salidas salvó su vida. “Usé mi pierna para empujar a través de esa abertura y salí. Todos a mi alrededor estaban muertos o muriendo. Aún no entiendo cómo escapé”, relató. Ya afuera, intentó desesperadamente volver a entrar al avión para rescatar a su hermano. “Mi familiar está ahí dentro, mi hermano, y se está quemando hasta morir. Tengo que salvarlo”, gritó a los rescatistas, según declaró el trabajador de emergencias Satinder Singh Sandhu.

Vishwash y Ajay solían dividir su tiempo entre la India e Inglaterra, donde tenían familia y un negocio pesquero. Su comunidad en Diu, con apenas 40 mil habitantes, está de luto: 14 personas más del pueblo murieron en el accidente.

“Desearía no estar vivo”, ha dicho a sus seres queridos, sumido en una mezcla de culpa y dolor que ni el tiempo ni las visitas oficiales han podido mitigar.

“Estoy muy feliz de que haya sobrevivido, pero también muy triste de que su hermano haya muerto”, expresó su amigo Bipin Bamania, reflejando el sentir de una comunidad entera marcada por la pérdida.