El crudo relato del hombre que venció al COVID-19 pero perdió 6 dedos en la batalla
Únete al canal de Whatsapp de WapaEsta es la historia de Gregg Garfield, un sujeto que venció al coronavirus tras una dura batalla de 64 días en el hospital, pero, lamentablemente, perdió gran porcentaje de sus manos, pues le tuvieron que apuntar 6 dedos.
Garfield tiene 54 años y no quiere que su triste historia se repita contigo. Como recuerda, él y un grupo de amigos contrajeron la enfermedad cuando estuvieron en un viaje de esquí en Italia en febrero.
TE PUEDE INTERESAR: Médico se levanta de su camilla para salvar la vida de otro paciente en riesgo de muerte | VÍDEO
En aquel entonces, el coronavirus no había sido declarado pandemia, por lo que subestimaron a la enfermedad. Tras su regreso a California, su ciudad natal, el hombre experimentó síntomas de COVID-19 y se sometió a las respectivas pruebas, dando positivo.
En menos de 48 horas su salud se deterioró y tuvo que ser conectado a un ventilador mecánico. “Médicamente hablando, no debería estar aquí”, dijo Garfield al medio ABC.
Él contó que padeció una larga lista de complicaciones debido al coronavirus. “Desde MRSA, hasta sepsis, insuficiencia renal, insuficiencia hepática, embolias pulmonares, estallido de pulmones”.
Pero, a principios de mayo, Garfield logró superar a la COVID-19, luego que los médicos le dieran 1 % de probabilidad de que sobreviviera. En los días que estuvo internado, le amputaron seis dedos de sus manos (4 de la derecha y 2 de la izquierda) debido a complicaciones derivadas de la enfermedad.
“He sobrevivido a esto. Lo estoy haciendo fantástico. Sin embargo, tengo cuidado con esto. Mis manos”, dijo. “Nunca serán las mismas. Ya no tengo dedos. Esto te puede pasar a ti”, agregó.
Las amputaciones son los estragos de cómo el virus afecta el flujo sanguíneo de los pacientes. “El COVID-19 tiene efectos sobre el torrente sanguíneo endovascular, por lo que en realidad afecta el flujo sanguíneo. Por ello, algunos jóvenes han tenido derrames cerebrales”, explicó el cirujano David Kulber del Centro Médico Ceddars Sinai en Los Ángeles, quien operó a Garfield.