Thalía Mallqui, la luchadora que con perseverancia ha roto estereotipos

Este viernes 26 de julio será la inauguración de los Juegos Panamericanos 2019, donde la delegación peruana es una de las más grandes de la historia con 592 deportistas, de los cuales 284 son mujeres y 308 son hombres.

Entre las 284 mujeres que representarán al Perú está la deportista destacada y campeona internacional Thalía Mallqui.

La peruana empezó en el mundo de la lucha libre femenino cuando tenía 17 años y descubrió la pasión por este deporte.

“Yo comencé joven a practicar, desde que lo vi me enamoré. Fue amor a primera vista. Inicié entrenando en el Callao, en el parque Yahuar Huaca, es ahí donde me descubrieron y me hablaron de mis aptitudes para este deporte, no lo podía creer porque en ese tiempo no era común ver a chicas practicando lucha libre y fue más mi emoción y alegría de representar a esa mujer fuerte físicamente”, declaró en una entrevista a Wapa.pe en el 2018.

Thalía se siente muy orgullosa de representar a las mujeres fuertes y de romper los estereotipos, ya que no es común que las féminas practiquen la lucha libre.

“Muchas veces cuando las personas escuchan el nombre de “lucha libre”, automáticamente lo relacionan con hombres. Definitivamente es un reto para las chicas porque tienes que romper esos paradigmas. Hacer ejercicios muy fuertes y mantenerse es lo que cuesta porque implica la pasión y convicción de que lo haces te gusta”, señaló.

“Atrás quedó ese pensamiento de que las mujeres no pueden hacer ciertas cosas porque son para hombres. Nosotras somos fuertes y todo depende de uno mismo, lucha por lo que quieres y sueña siempre en alto. ¿Por qué tienes o tienen que opacar tus sueños?”, agregó.

Pero Mallqui no solo es deportista también está estudiando, pues le falta muy poco para terminar la carrera universitaria de ingeniería química.

Además de ser deportista y futura ingeniera química, es madre y su pequeño Oziel sigue sus pasos, ya que también ama la lucha libre.

“A mi hijo no le impuse pero le gustó debido a que ve a su papá y mamá entrenando. Eso lo motivó. Cada vez que lo veo competir para mí es algo nuevo. Nunca sé lo que hará en el colchón. Me sorprende cada vez que lo veo competir, me emociono y grito como loca. Yo soy la que lo filmo, salgo gritando y mi hijo me pregunta por qué gritas tanto”.

Thalía Mallqui es el ejemplo de perseverancia y que uno no debe de cambiar sus sueños por prejuicios de otras personas.