¿Por qué tu mamá es tan fuerte ante las adversidades? La ciencia te lo explica
Únete al canal de Whatsapp de WapaCuando una mujer se convierte en madre, cambia por completo. Su fortaleza llega al máximo nivel y se ve reflejada cuando es capaz de soportar los terribles dolores del parto o cuando se desvela por horas con tal de ver bien a su hijo. Pero esta increíble fuerza tendría una razón científica y te lo explicamos a continuación.
El lazo madre-hijo es indiscutiblemente fuerte, no solo de manera espiritual, sino también es una respuesta del organismo de una madre hacia su hijo. “Hay una cantidad enorme de neurotransmisores que regulan el balance químico del cerebro. En ese contexto se activan determinados mecanismos de protección regulados por algunos transmisores”, comenta el psicólogo Milton Rojas.
La relación de la madre con su hijo se da desde mucho antes de su nacimiento. Desde que el bebé está en la placenta, la madre es capaz de sentir demasiado apego, generando un sentido de protección desmedido. “En el cerebro de las mamás ocurren una serie de cambios de tipo hormonal. La placenta –la cual se forma en el útero de la madre y va alimentando al feto poco a poco– libera hormonas que llegan hasta el cerebro. Estas cambian el estado emocional y mental de la madre”, afirma el neurólogo David Lira.
Incluso, cuando una mujer está dando de lactar a su hijo produce una serie de hormonas, siendo una de ellas las oxitocinas, las cuales le producen una sensación placentera al ver, acariciar y abrazar a su bebé.
Los expertos concuerdan en que ser madre para una mujer es más que una larga lista de cambios emocionales, también significa estar preparadas para saber lo que es el sacrificio. Todo inicia cuando una madre siente el calor de su bebé junto a su pecho cuando se lo entregan por primera vez. Desde ese momento hasta el día en el que deje de existir, una madre jamás deja su rol por naturaleza, siendo más fuerte y poderosa que nunca para defender a su hijo.