Tacones altos y embarazadas: ¿son una buena idea o no?

Muchas mamás primerizas suelen amar los zapatos de tacones alto. Sabemos que el calzado con tacón nos estilizan las piernas y silueta. Con su ayuda, solemos adoptar un aspecto más sensual que suele volver loco a nuestras parejas. No obstante, parece que son nuestros mejores amigos si estamos embarazadas.

La verdad es que, si deseas un embarazo saludable, no calces para nada los zapatos con tacones altos. Es probable que pierdas el equilibrio y te caigas. Si esto pasa, no solo pones en riesgo tu vida, sino la de tu bebé. El vientre hace que el cuerpo se incline más hacia el frente, por inercia. Si caes, el primero en recibir el golpe será el bebé.

Además, de lo comentado líneas arribas también puedes sufrir de torceduras de tobillo. Piensa que tu cuerpo tiene más peso de lo normal. Tus músculos se pondrán más sensibles y eso te hará susceptible a realizarte más daño. El peligro aumenta porque se genera más relaxina u hormona que favorece el estiramiento muscular. Así que, usar zapatos altos te pone en mayor riesgo de sufrir esguinces o torceduras.

Si pensabas que la mejor alternativa eran los zapatos planos, pues estás equivocada. Durante el embarazo, el mejor calzado que puedes usar es el que tenga tacón de dos centímetros de altura aproximadamente. Que tenga la punta redonda y no puntiaguda. Si necesitas asistir a algún evento especial, considera usar tacones de máximo tres centímetros. Aunque no está de más que cargues un par más cómodo para cambiarte cuando te canses.