Abuelo de 100 años decidió adoptar a un gato para combatir su soledad: "Sus ojos se iluminaron"
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Tener una mascota significa tener una compañía incondicional, pero también una gran responsabilidad que seguramente ya no quería afrontar don Manuel debido a su avanzada edad. Al menos eso intuyó su nieta, hasta que llegó "Bloom" a casa para alegrar los días del anciano con sus innumerables ocurrencias, según detallan en YouTube.
El adulto mayor de 100 años permanecía sentado en su mueble durante todo el día y solo ejecutaba movimientos cuando era momento de desayunar, almorzar y cenar, generando una gran inquietud en sus parientes, quienes decidieron hacerle una sorpresa sin saber el desenlace de esta.
María Suárez, la más joven del hogar, tuvo la idea de adoptar un gato porque conocía que su abuelo era un "gran amante de los animales" y esperaba que la sorpresa fuese un punto de inflexión en la vida diaria del cano: "Mi abuelo no sabía nada de esto", dijo la chica en diálogo con The Dodo.
"Cuando la vio entrar a mi casa por primera vez, sus ojos se iluminaron de emoción. Siempre ha sido un gran amante de los animales", agregó la nieta, quien registró el encuentro con su teléfono celular para luego compartirlo en redes, explicando la reacción de Manuel tras conocer a su nueva compañera de aventuras.
Bienvenida a casa, pequeña
La joven compartió el emotivo momento en YouTube y generó miles de reproducciones, cientos de 'me gusta' y decenas de comentarios que destacaron el accionar de la familia por alegrar al adulto mayor con una sorpresa especial, ya que tener una mascota a esa edad genera una inyección de vida, según los especialistas.
"Mi abuelo tiene 100 años y el gatito le ha dado otros 100 años de vida (…) Siempre está atento a Bloom. Pasan todo el día jugando, e incluso toman siestas juntos", comentó María a The Dodo.
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¡Están destinados para ser amigos!
En otro video subido a YouTube, y replicado en TikTok, la nieta de Don Manuel registró una siesta que tomaron ambos personajes durante toda la tarde, teniendo a la peluda recostada sobre el pecho de su papá humano mientras este descansa placidamente sabiendo que tiene a una pequeña por quien luchar.