Mitos sobre la remoción de verrugas: Gendrinex Ramírez aclara lo que realmente ocurre
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La remoción de verrugas es uno de esos procedimientos estéticos que todavía despierta temor en muchas personas. La sola idea hace pensar en dolor, cicatrices o complicaciones innecesarias. Estos miedos, sin embargo, no tienen que ver con la realidad médica actual, sino con los mitos que se han transmitido durante años. Hoy, la tecnología y la experiencia de especialistas han cambiado por completo la forma en que se eliminan estas lesiones de la piel.

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La especialista en estética Gendrinex Ramírez lo explica de manera clara: “Muchos pacientes creen que el procedimiento es doloroso, pero siempre aplicamos anestesia tópica en la zona. Eso evita molestias y hace que todo sea mucho más llevadero. Además, si se siguen los cuidados posteriores, la piel cicatriza sin dejar marcas visibles”. Para ella, el temor está relacionado con la desinformación, y la mejor manera de enfrentarlo es con acompañamiento y explicaciones sencillas desde la primera consulta.
Entre los métodos más efectivos, la cauterización ocupa un lugar central. Se trata de una técnica rápida, precisa y con resultados inmediatos. Al eliminar el tejido afectado, la mejoría se nota en cuestión de minutos. “Lo interesante es que las personas llegan con miedo y en poco tiempo se dan cuenta de que no hubo dolor ni complicaciones. El resultado inmediato rompe de golpe con los mitos que arrastraban”, afirma Gendrinex.
Este procedimiento, además, no requiere largas recuperaciones. Con seguir algunas recomendaciones básicas se asegura una buena cicatrización: mantener la zona limpia, aplicar las cremas indicadas y evitar factores que retrasen el proceso. Con disciplina en esos cuidados, el riesgo de dejar cicatrices se reduce al mínimo.
Aunque la motivación inicial suele ser estética, la eliminación de verrugas va más allá de la apariencia. Estas lesiones tienden a reproducirse con facilidad y, dependiendo de la zona, pueden generar incomodidad o incluso dolor por la fricción constante. Quitarlas no solo mejora el aspecto visual de la piel, también contribuye a evitar que se multipliquen. Gendrinex recomienda además tomar medidas de prevención: “Siempre aconsejamos complementar el procedimiento con la vacuna contra el VPH, porque ayuda a reducir la aparición de nuevas verrugas relacionadas con este virus”.
El aspecto visual y la salud se cruzan en este punto. Para muchos pacientes, la decisión de someterse al tratamiento llega al ver cómo la verruga altera la uniformidad de la piel. Para otros, la motivación es el malestar físico que provocan. En ambos casos, el beneficio es doble: la piel se ve mejor y se evita la recurrencia.
Con más de una década de trayectoria en el sector, Gendrinex ha convertido la información honesta en parte esencial de su práctica. Desde la creación de Beauty House en Florida, su propósito ha sido acercar a la comunidad latina tratamientos modernos y mínimamente invasivos. Su trabajo la ha posicionado como una voz de referencia en procedimientos estéticos con láser, técnicas de rejuvenecimiento y cuidados de la piel que priorizan la seguridad. “Lo más importante es que el paciente entienda qué vamos a hacer y se sienta seguro. Ese es el primer paso para que el resultado sea exitoso”, asegura.
Derribar mitos, reconoce, no siempre es sencillo. Muchos pacientes llegan con historias que escucharon de amigos o familiares, experiencias negativas con técnicas antiguas o simplemente con el miedo natural que produce lo desconocido. Por eso, cada consulta se convierte también en un espacio de aprendizaje. Explicar cómo funciona la cauterización, qué papel cumple la anestesia tópica y cómo responde la piel durante la recuperación es, para ella, tan importante como el procedimiento en sí.
La remoción de verrugas, vista en la actualidad, deja de ser un tratamiento temido para convertirse en una alternativa segura, rápida y eficaz. El verdadero reto está en transformar la percepción pública: lo que durante años se relacionó con dolor y cicatrices hoy se resuelve en minutos y sin complicaciones.
Para Gendrinex, el cambio más valioso ocurre cuando el paciente supera sus miedos. “Cuando alguien llega nervioso y se va tranquilo, entendiendo que fue un procedimiento sencillo y con un resultado visible, esa confianza vale tanto como el cambio en la piel”.
La conversación en torno a la remoción de verrugas ya no debería girar en torno a temores heredados, sino a la evidencia de lo que la ciencia estética permite hoy. Con técnicas precisas, cuidados sencillos y la guía de un profesional, es posible eliminar estas lesiones sin dolor y con beneficios duraderos. Cada vez más personas lo descubren y entienden que atender su piel no solo mejora la manera en que se ven, sino también la manera en que se sienten.








