¡Adiós al hígado graso! La infusión natural que lo limpia con solo un vaso al día
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl hígado graso, o esteatosis hepática, se ha convertido en uno de los males más frecuentes del siglo XXI. Una vida sedentaria, una dieta alta en grasas procesadas y el consumo excesivo de alcohol o medicamentos suelen ser los principales culpables. Y aunque esta condición no siempre presenta síntomas, puede avanzar con el tiempo y derivar en complicaciones más serias.
Lo bueno es que pequeños hábitos, como tomar una infusión específica al día, pueden tener un impacto real en la salud hepática, especialmente cuando se acompaña de una dieta balanceada y ejercicio.
¿Qué infusión tomar? Estas 3 plantas tienen respaldo científico
1. Diente de león: depuración natural y regeneración hepática
No es un mito de abuelas: el diente de león (Taraxacum officinale) ha sido reconocido por sus propiedades depurativas y antioxidantes. Según un estudio publicado en Food and Chemical Toxicology, los extractos de esta planta favorecen la eliminación de toxinas y reducen la inflamación hepática en modelos animales, con efectos prometedores en humanos.
Una taza al día, preparada con una cucharadita de raíz seca o polvo, puede ayudar a estimular la digestión y apoyar la función hepática. Su sabor amargo es parte del proceso: activa receptores que incentivan la producción de bilis y mejoran la descomposición de grasas.

2. Cardo mariano: el protector por excelencia
El Silybum marianum, o cardo mariano, contiene un principio activo llamado silimarina, ampliamente investigado por sus efectos hepatoprotectores. La World Journal of Hepatology revisó múltiples estudios que demuestran cómo la silimarina ayuda a reparar células hepáticas dañadas, reduce el estrés oxidativo y mejora las enzimas hepáticas alteradas.
Para preparar la infusión, tritura entre 3 y 5 gramos de semillas y hiérvelas durante cinco minutos. Es ideal para quienes sienten pesadez hepática o han estado expuestos a medicamentos agresivos o dietas desbalanceadas.

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3. Té verde: antioxidantes que combaten la grasa en el hígado
El té verde no solo es popular por su efecto adelgazante, también tiene un rol clave en la salud del hígado. Está repleto de catequinas, antioxidantes que mejoran el metabolismo de los lípidos y reducen la inflamación hepática. Un estudio del Journal of Nutrition demostró que su consumo diario mejora la función hepática en personas con hígado graso no alcohólico.
Una taza en ayunas o después del desayuno puede ayudar a mantener el equilibrio hepático y contribuir a la quema de grasa intrahepática.
Agregar una infusión a tu rutina puede parecer un cambio menor, pero con el respaldo de la ciencia y siglos de uso tradicional, estas bebidas se posicionan como herramientas naturales efectivas para cuidar el hígado. Lo más importante: consulta siempre con un médico o nutricionista antes de iniciar cualquier tratamiento, incluso natural, especialmente si ya padeces alguna condición hepática.