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29 Abr 2024 | 17:20 h

¿Sabías que comer CHICLE es ILEGAL en este país? Te contamos por qué

Este PAÍS adoptó la medida DRÁSTICA de prohibir el chicle debido a que generaba problemas importantes de higiene y bloqueos en el transporte público.

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    Conoce por qué se prohibió comer chicle en este lugar del mundo. | Composición Wapa

    Singapur es uno de los destinos turísticos más visitados, pero si planeas ir a esta ciudad-estado en Asia, un consejo: ni se te ocurra masticar chicle, y menos aún en público, porque podrías meterte en problemas. Te contamos que esta "inocente" actividad puede hacer que termines en la cárcel por hasta dos años.

    Singapur ha prohibido el consumo de chicle

    En esta nota de Wapa.pe, te contamos por qué existe esta ley en Singapur. Todo comenzó el 30 de diciembre de 1991, cuando el Ministerio de Medio Ambiente anunció la prohibición del consumo de chicle. ¿El motivo? El desecho de chicles estaba interfiriendo con el funcionamiento adecuado del sistema de trenes de tránsito rápido (MRT).

    Esto ocurrió porque entre julio y agosto de 1991 se encontró gran cantidad de chicles entre las puertas del MRT, lo que impidió que se cerraran completamente y provocó la detención del servicio, obligando a todos los pasajeros a desembarcar.

    Y eso no es todo, ya que también causó problemas de higiene en lugares públicos, como urbanizaciones y cines, siendo considerado un asunto de gran importancia por las autoridades, con antecedentes que se remontan a 1983.

    ¿Dos años de cárcel por masticar chicle en un país?

    Así solucionó el gobierno de Singapur el problema del chicle. Lo primero que hicieron fue coordinar con la Corporación de Radiodifusión para dejar de emitir anuncios sobre goma de mascar. Además, se ordenó a las tiendas y comercios dejar de venderla.

    Pasaron varios años hasta que se implementó la prohibición completa de este producto, con multas considerables que iban desde 10 mil hasta 100 mil dólares singapurenses. Sin embargo, la sanción más drástica fue una sentencia de dos años de cárcel para aquellos que fueran sorprendidos con chicles.

    Al principio, a quien se le sorprendiera con goma de mascar se le imponía una multa de entre 500 y 1.000 dólares singapurenses; si era reincidente, la sanción aumentaba a partir de 2.000.

    De hecho, mientras Singapur negociaba el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, el gigante norteamericano puso este tema sobre la mesa, lo que llevó a que en 2004 se hicieran excepciones para el chicle dental o con nicotina.