Periodista china que informó sobre el inicio de la COVID-19 podría morir en la cárcel
Únete al canal de Whatsapp de WapaEsta noticia es una de las más impactantes en el mundo. La familia de una periodista china ha hecho público una grave denuncia sobre la condición que se encuentra la joven luego de ser condenada a prisión.
La mujer, fue llevada a la cárcel, tras dar a conocer los primeros casos de coronavirus en Wuhan, ciudad donde comenzó inicialmente la pandemia en China. Según informó la agencia AFP, Zhang Zhan realizó un reportaje donde muestra el confinamiento que tuvo que realizar la ciudad de Wuhan (11 millones de habitantes) luego del reporte de los primeros casos de coronavirus en febrero de 2020.
Sin embargo, las autoridades de China la arrestaron y fue condenada a cuatro años de cárcel por “provocar disturbios de orden público”, un cargo aplicado en el gigante asiático a personas que están en desacuerdo con una política establecida por el Estado.
Pero la situación de la joven se complica. En los últimos meses, la periodista china de 38 años se ha declarado en huelga de hambre durante su estadía en prisión y solo ha sido alimentada a la fuerza por el personal mediante tubos nasales.
De acuerdo a las declaraciones de su hermano, Zhang Zhan se encuentra delgada y “puede que no sobreviva el invierno”. “Parece que para ella ya solo cuenta Dios y las verdades en las que cree”, agregó su familiar.
Mientras tanto, la Amnistía Internacional pidió la liberación de Zhang Zhan para que “termine su huelga de hambre y reciba el tratamiento que necesita desesperadamente”. Hasta el momento se desconoce el estado actual de la periodista.
La agencia EFE detalla que uno de los abogados de la mujer, que pidió total anonimato, indicó que la familia ha pedido visitarla en la prisión de mujeres de Shanghái, pero no han obtenido respuesta.
Así como Zhang, otros tres periodistas independientes se encuentran en prisión por informar sobre el coronavirus en Wuhan. “Cualquier persona que incumpla la ley, debe ser castigada”, declaró a la prensa Wang Wenbin, uno de sus portavoces de China.