Lima y Callao: decesos por COVID-19 bajan en casi un 80%
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El descenso en la curva de casos nuevos y muertes por COVID-19 continúa en todas las regiones, a excepción de Arequipa; sin embargo, esta realidad verse afectada en Lima tras las últimas marchas que se viven de cara a los resultados final de la ONPE y el JNE de las Elecciones 2021.
En el caso de la capital, de acuerdo con datos abiertos del Ministerio de Salud (Minsa), se ha observado una disminución del 79% en muertes. Esta caída se inició el 3 de marzo, cuando se llegó al pico máximo de toda la pandemia: 355 fallecidos en un día. Hoy la media es de 80, explica el analista de datos Rodrigo Parra Wong.
En tanto, en el Callao el descenso es similar, pues desde el 7 de abril las muertes han disminuido en un 77%. En esa fecha el promedio de fallecidos diarios por COVID-19 era de 39, a diferencia de ahora que es de 9 por día. El punto más bajo fue la semana del 25 de noviembre con 3 decesos al día, señala el analista.
En ambas zonas los contagios también han mostrado un decrecimiento. En Lima metropolitana, hasta el 9 de junio, cuando se hizo la última actualización de datos, el promedio de casos diarios era de 692. Esta baja en la curva se inició el 10 de abril, cuando la cifra ascendía a un promedio diario de 3.666.
En el Callao el descenso se inició el 5 de abril con un promedio diario de 1.710 contagios. Actualmente, al 9 de junio, el número ha bajado a 62.
Podría revertirse
Sin embargo, estas cifras tan alentadoras podrían revertirse en cualquier momento, debido a las movilizaciones de las últimas semanas por la coyuntura política, así como por la posibilidad de que la variante Delta (india) ya esté en Lima.
El infectólogo e internista James Gutiérrez, presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Interna, explica que ’'indudablemente los casos y mortalidad han disminuido’'; sin embargo, precisa que aún no se ha llegado a las cifras del año pasado. "Estamos bajando, pero no a nivel de controlarlo y pese al actual promedio de casos diarios, el número de muertos es alto", expresó.
Gutiérrez, además, recuerda que el año pasado la segunda ola se debió en parte al incremento de circulación de las personas en días previos a las fiestas de fin de año. Él calcula que se podría vivir un rebrote de contagios dentro de dos semanas a raíz de las movilizaciones. Asimismo, explica que no la denominaría como una tercera ola, pues la situación actual no se ha controlado por completo.
Por su parte, la infectóloga de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), Camille Webb, explica que si bien las manifestaciones en general, al aire libre y con mascarilla, pueden ser de alguna forma seguras, los mítines y muchas reuniones definitivamente son factores de riesgo que podrían contribuir a que el panorama actual cambie.
Ella expresa que los casos comenzarían a verse entre una y dos semanas después, y luego, tras otros siete días, ya se presentaría la enfermedad más severa. Sin embargo, aclara que hay “muchos factores que entran en juego”. Si esto ocurre, ella considera que sí se podría hablar de una tercera ola.
"Esperemos que no tenga un pico muy alto. Felizmente, las personas vulnerables están vacunándose, pero aún hay muchas sin esta protección", acotó.









