Broncoscopia: ¿qué es y en casos se aplica?

Con la llegada del invierno las enfermedades respiratorias son las más frecuentes y los más afectados son los niños, por lo que los padres acuden inmediatamente a un centro médico para un tratamiento adecuado y prevenir las complicaciones propias de la enfermedad. Pero, ¿qué pasa si el niño no completa su tratamiento?

Las enfermedades respiratorias en los niños, son sin duda algún gran motivo de preocupación en los padres. No obstante, ¿Qué sucede cuando su menor hijo no termina de recuperarse y los síntomas persisten a pesar de contar con un tratamiento y medicación adecuada? Ante ello, podría ser necesario realizar una Broncoscopía que ayudará a encontrar una solución al mal que padece el menor.

“La broncoscopia es un procedimiento que permite visualizar la vía respiratoria (laringe, tráquea y bronquios de mayor tamaño) el cual sirve para valorar en tiempo real, la anatomía y dinámica de la vía respiratoria, además es útil para la toma de muestras de secreciones respiratorias y tejido bronquial o pulmonar de ser necesario.  Con una prueba específica se puede detectar diversos aspectos del funcionamiento del aparato respiratorio, ofreciendo información precisa y confiable al paciente”, explica el Dr. Julio Arbulú, Neumólogo Pediatra, de la Clínica Anglo Americana.

Frente a ello, el especialista explica cuáles son los casos en los que se debe realizar una broncoscopia en niños. Asimismo, agregó que se trata de un procedimiento sencillo que no implica mayores riesgos.

“El paciente se encuentra sedado durante todo el proceso que dura en su mayoría alrededor de 20 minutos. Si se trata de un procedimiento más complejo que implique tomar muestras de tejido puede durar entre 30 o 40 minutos”, agregó el experto.

1. Estridor: Suele afectar en su mayoría a niños muy pequeños, se trata de un ruido persistente en la vía respiratoria. Ello puede deberse a Laringomalacia, Traqueomalacia o Broncomalacia, dependiendo que segmento de la vía respiratoria se encuentre afectado.

2. Las atelectasias: son colapsos de áreas del pulmón secundario en la mayoría de ocasiones a acúmulo de secreciones en la vía aérea inferior.

3. Tos persistente: en aquellos pacientes que cursan con tos persistente que no resuelve a pesar de un tratamiento adecuado.  

4. Aspiración de objetos pequeños: por lo general los niños pequeños suelen aspirar diferentes objetos como globos, canicas, frejoles entre otros, estos debido a su tamaño bloquean las vías respiratorias. En este caso es necesario realizar una broncoscopía para confirmar la presencia del objeto y retirarlo de la vía respiratoria.

Con estas recomendaciones, se podrá tomar conciencia acerca de la importancia de realizar las evaluaciones respectivas para poder llegar a la causa de la molestia del menor y así evitar contratiempos.