Cinco remedios caseros para aliviar las quemaduras de sol [FOTOS]

Disfrutar de la playa en temporada de verano es una de las cosas que todos amamos. Sin embargo, la prolongada exposición a los rayos solares puede traer serias consecuencias para la piel, uno de los más frecuentes son las fuertes quemaduras que se originan.

Si bien existen muchos tipos de quemaduras, no es recomendable pasar horas bajo el sol sin aplicarse protector. Las quemaduras de primer grado son las más comunes y suelen afectar la primera capa de la piel. Por lo general estas se curan a los pocos días. Cuando la exposición es mas intensa, el daño puede llegar hasta la dermis y provocar heridas de segundo grado acompañadas de ampollas, edemas y dolor. 

En esta nota te dejamos cinco remedios naturales que te ayudarán a aliviar el dolor y servirán como escudos para proteger la piel. No obstante, es importante que visites especialistas que te ayuden.

El aloe vera es un remedio natural que ayuda a curar cualquier tipo de quemaduras, sobre todo aquellas que surgen a causa del sol. El gel que contiene la sábila produce que los vasos sanguíneos se contraigan permitiendo que la penetración en la dermis sea mucho más profunda. De igual manera aporta nutrientes antiinflamantorios que ayudan a desinflamar las zonas dañadas. 

La insolación afecta zonas que suelen estar en constante contacto con la piel como las axilas, línea del bikini, nalgas, y alrededor de los senos. Para aliviar la irritación del rose de la ropa te recomendamos cubrir el área quemada con maicena o polvo de almidón. 

El té negro es un alimento natural que contiene valiosos nutrientes que alivian las quemaduras e irritación de la piel. Su alto contenido de vitamina C, taninos y flavonoides reducen la inflamación y contribuyen a que se generen líquidos que brindan una apariencia más suave y flexible. 

La papa es reconocida por su gran potencial de calmante natural. Debes cortarla en trozos pequeños y colocarlas en la licuadora hasta que tenga consistencia líquida. Aplícala en las áreas donde sientes molestias y luego toma una ducha fría. También puedes colocarlo en gasas y dejarlo sobre la herida por una hora. 

Es el más sencillo de todos. Sumerge una toalla pequeña en agua fría y colocarla directamente en las áreas quemadas durante algunos minutos. Nunca apliques hielo directamente a la piel.