La tajante reacción de protagonista de "El sultán" tras condena de 2 años de prisión: "No mentí"
Únete al canal de Whatsapp de WapaGran conmoción ha causado la noticia sobre la condena de dos años de prisión del actor Halit Ergenç, luego de ser acusad de falso testimonio en un juicio que inició por sus vínculos a las protestas del Parque Gezi en 2013. El intérprete no es el único, el también actor, Rıza Kocaoğlu ha sido incluido en la sentencia.
¿Qué dijo Halit Ergenç tras su condena a prisión?
Halit Ergenç fue demandado por la fiscalía turca por "falso testimonio" en medio de la investigación por las protestas en Parque Gezi, dirigida por la directora Ayşe Barım y Memet Ali Alabora, figuras vinculada a las movilizaciones contra del gobierno turco.

"Mi conversación telefónica con Alabora giró en torno al cierre de la plaza y a las marchas en ese momento. Si el fiscal me hubiera preguntado si nos habíamos reunido en medio de las investigaciones, hubiera dicho lo mismo. Cuando me interrogó si lo conocía como amigo, le dije que no. Como soy una persona conocida, me es imposible negarme a saludar a las personas.", explicó el actor conocido mundialmente por protagonizar "El sultán".
Así también, Ergenç afirmó que conocía a Alabora desde su juventud, que también se habían encontrado en ambientes laborales, pero que no tenían ninguna relación estrecha más allá de la cordialidad.
Durante la investigación fiscal, se presentó un informe de la Autoridad de Tecnologías de la Información y la Comunicación (BTK), la cual mostró que Halit Ergenç y Alabora se comunicaron al menos 12 veces. Así también, la fiscalía presentó imágenes y fotos donde los actores aparecen juntos.

Estas pruebas fueron usadas para que el juez determine que ambos actores mintieron bajo juramento. De esta manera, Ergenç fue condenado a 1 año, 10 meses y 15 días de prisión, mientras que Kocaoğlu recibió una pena de 1 año y 8 meses.
Si bien en primera instancia la fiscalía solicitó 4 años de cárcel por cada actor, el juez redujo la sentencia, pero también ordenó que las sentencias no se ejecutarán a menos que los actores cometan un nuevo delito.