El fantasma de los bosques vuelve a rugir: reaparece el jaguarundi tras 40 años desaparecido
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Un silencio de cuatro décadas fue roto por un susurro salvaje entre los matorrales de Texas. Lo que parecía solo una leyenda local, un recuerdo borroso entre biólogos y antiguos pobladores, hoy cobra fuerza: el jaguarundi un felino escurridizo y casi mítico ha sido visto nuevamente en su hábitat natural, desatando una ola de asombro entre científicos y vecinos.
Un misterio felino en plena autopista
Todo comenzó con unos comentarios en redes sociales. Vecinos de Seguin, específicamente en la zona de Link Road y la autopista estatal 46, reportaron la aparición de un extraño animal de cuerpo alargado, ágil y con un pelaje marrón oscuro. La descripción coincidía con la del jaguarundi, una especie que no se avistaba en Texas desde 1986.
El primero en darle visibilidad al fenómeno fue el meteorólogo Brad Sowder, de FOX San Antonio, quien compartió los testimonios en su cuenta de Facebook. Lo que parecía un hecho aislado se volvió viral: pronto aparecieron reportes similares desde Uvalde, Del Río, Chappell Hill y Lake Jackson. El regreso del jaguarundi dejaba de ser una posibilidad lejana para convertirse en una incógnita urgente.
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¿Un regreso natural o una huida forzada?
Aunque no se ha confirmado oficialmente con registros visuales o físicos, los especialistas no descartan que el felino esté realmente de vuelta. El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas (TPWD) recordó que el último avistamiento documentado de esta especie fue hace casi 40 años, cerca de Brownsville.
Rachel Malstaff, directora de mamíferos del Zoológico de San Antonio, fue clara: “Es poco probable que este regreso sea espontáneo”. Según ella, el jaguarundi podría haberse visto obligado a migrar desde el norte de México debido a la deforestación y la expansión urbana. Es decir, no volvió... lo empujaron.
Un cazador invisible entre nosotros
El jaguarundi es un depredador versátil. Come desde pequeños roedores hasta aves, reptiles, peces y ranas. Comparte territorio con otros carnívoros como tigrillos, linces, zorros y hasta pumas. Pero su principal característica no es su dieta ni su fuerza: es su habilidad para desaparecer.
Este felino es experto en evitar al ser humano. Prefiere esconderse entre vegetación densa y moverse en silencio, lejos del ruido. Que se haya dejado ver ahora, después de tanto tiempo, no solo es inusual: es un llamado de atención.
Su reaparición en Texas no solo fascina a los científicos, sino que plantea preguntas urgentes sobre el impacto del hombre en los ecosistemas, la conservación de especies vulnerables y los límites de la expansión urbana.
