Estos son los cuidados de la piel que debes tener en invierno

El invierno es la época del año en que la piel del rostro se encuentra más expuesta que el resto del cuerpo y usualmente sufre mucho más de los estragos del frío: se siente más seca, menos suave, poco flexible e inclusive apagada. Para Lida Farfán, CEO de Blossom Floral Luxury, esto como consecuencia de varios factores fisiológicos, como la disminución del flujo sanguíneo hacia la superficie de la piel y la disminución de la actividad de las glándulas sebáceas. Si sufres de piel grasa, usualmente en invierno es cuando sentirás tu cutis menos grasosa.

¿Qué hacer? Lo primero es evitar realizar una limpieza con agentes muy agresivos. Puedes optar por limpiadores con tensioactivos gentiles con tu piel o por la doble limpieza. Esta última es una técnica japonesa que consiste en realizar la limpieza del rostro con aceites. De esta manera no solo se retiran todas las impurezas de la piel, sino que se evita dañar la grasa superficial del rostro que protege contra la deshidratación.

Luego tenemos que enfocarnos en hidratar y nutrir nuestro rostro más que nunca en esta época, a pesar de la alta humedad que tenemos en Lima. Una gran opción es usar aceites vegetales (óleos) puros o mantecas vegetales, que sean aptos para tu tipo de piel y que no sean comedogénicos (es decir que no obstruyan los poros). Estas sustancias son ricas en ácidos grasos y antioxidantes que aportan a la piel flexibilidad y ayudan a la retención de la humedad, previniendo el envejecimiento. Puedes optar por diversos aceites, por ejemplo, el de pepita de uva y jojoba (para pieles normales a grasas) o el de almendras si tienes la piel más seca.

El uso de cremas más densas que contengan ingredientes altamente hidratantes, como el ácido hialurónico, colágeno, pantenol, también es una buena alternativa; o antioxidantes como la vitamina C, que además es una sustancia que combate los radicales libres y estimula la producción de colágeno, combatiendo los signos de la edad.

Recuerda que puedes usar tus óleos y cremas en cualquier momento a medida que sientas que tu piel necesita de más hidratación y humectación, de esta manera siempre tendrás un cutis radiante todos los días.