¿La cura contra la leucemia está en las moscas? Científicos descubren sorprendente conexión
Únete al canal de Whatsapp de WapaUn hallazgo científico realizado en la diminuta mosca Drosophila melanogaster podría abrir una nueva puerta en la lucha contra ciertos tipos de cáncer como la leucemia. Investigadores del Conicet, en conjunto con la Fundación Instituto Leloir, descubrieron que un proceso celular llamado autofagia conocido por “reciclar” componentes dentro de la célula también interviene en una función mucho más compleja: la creación y diferenciación de células sanguíneas.

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Este avance, publicado recientemente en la revista Nature Communications, plantea una posible conexión entre este mecanismo y enfermedades humanas que afectan la médula ósea, como las leucemias. Y aunque se trata de una investigación con modelos animales, las implicancias futuras podrían ser enormes.
Lo que hace la autofagia y por qué este descubrimiento sorprende
Durante años, la autofagia fue vista simplemente como una especie de “limpieza interna” de la célula, activada en momentos de estrés o falta de nutrientes. Pero este nuevo estudio demuestra que también juega un rol crucial al decidir qué tipo de célula se formará dentro del cuerpo. Es decir, no solo elimina desechos, sino que también participa activamente en moldear la identidad celular.
El equipo científico, dirigido por el Dr. Pablo Wappner, enfocó su atención en una vía de señalización celular llamada Notch, que es clave en el desarrollo de varios tejidos y órganos, y cuya alteración puede provocar trastornos graves como la leucemia.

Moscas modificadas, genes apagados y una pista clave
Durante seis años de trabajo, los investigadores utilizaron una colección de moscas genéticamente modificadas para observar cómo el bloqueo de genes relacionados con la autofagia influía en la vía Notch. Los resultados fueron reveladores: cuando la autofagia era inhibida, el patrón de activación de Notch cambiaba drásticamente, alterando la producción de células sanguíneas.
El impacto no fue menor: los cambios observados en las moscas podrían explicar mecanismos similares en humanos que, cuando fallan, provocan un desbalance en la creación de glóbulos rojos, blancos o plaquetas. Justamente ese desequilibrio es uno de los factores clave en la aparición de ciertos tipos de leucemia.
¿Y si este mismo proceso ocurre en nosotros?
La producción de células sanguíneas en humanos sucede en la médula ósea, donde un delicado sistema regula qué tipo de célula se genera y cuándo. Cuando este equilibrio se rompe por una señal equivocada o una mutación genética pueden aparecer enfermedades como la leucemia, que se caracteriza por la proliferación descontrolada de células inmaduras.
“Sabemos que una activación anormal de la vía Notch puede causar distintos tipos de leucemia. Nosotros descubrimos un mecanismo que regula directamente esa vía”, explicó Wappner a la Agencia CyTA-Leloir.
Lo que viene: del laboratorio al tratamiento
Aunque por ahora el hallazgo solo se ha comprobado en moscas, el equipo ya trabaja en nuevas líneas de investigación. Están analizando si el mismo proceso se repite en otros tejidos como los ovarios de la Drosophila y si existe una versión similar del mecanismo en células humanas. Si se confirma, podría abrirse un camino para el diseño de nuevas terapias que regulen la autofagia con fines clínicos, especialmente en enfermedades hematológicas.
El estudio también destaca el valor de los organismos modelo como la mosca de la fruta para entender procesos humanos complejos. A veces, las respuestas más inesperadas llegan de los lugares más pequeños.