¿Quieres un cerebro joven y ágil? Estas 3 prácticas lo mantienen en forma, revela especialista
Únete al canal de Whatsapp de WapaAunque el paso del tiempo es inevitable, no significa que nuestro cerebro deba envejecer a la misma velocidad. Hoy sabemos que pequeños gestos cotidianos pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud mental y cognitiva. Así lo confirma Kevin Woods, neurocientífico egresado de Harvard y director científico de Brain.fm, quien compartió con el New York Post tres prácticas sencillas que podrían ayudarte a mantener tu mente en forma.
Estas son las 3 prácticas que debes tomar en cuenta
1. Mastica chicle (sí, leíste bien)
Puede parecer un hábito trivial, pero tiene fundamentos científicos. Estudios recientes señalan que masticar chicle estimula el flujo de sangre al cerebro, lo que mejora el aporte de oxígeno y glucosa a regiones clave como el hipocampo y la corteza prefrontal, esenciales para la memoria y el aprendizaje.
2. Camina hacia atrás
¿Has probado retroceder mientras caminas? No solo es un reto físico, también obliga a tu cerebro a activar otras zonas para mantener el equilibrio y enfocarse. Este ejercicio ayuda a fortalecer las conexiones neuronales y puede crear nuevas rutas mentales, lo que mejora la atención y la coordinación.

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3. Tararea tus canciones favoritas
No es solo una forma de pasar el rato. Tararear activa el nervio vago, una red compleja que conecta el cerebro con los órganos vitales. Al estimularlo, se reduce el estrés y se promueve la relajación. Ideal para calmar la mente y mejorar el estado de ánimo en medio del caos diario.
Woods sugiere convertir estas actividades en parte de tu rutina para mantener un cerebro saludable, funcional y enérgico.
Un plus delicioso: el chocolate amargo también ayuda
Si buscas un complemento sabroso para esta rutina cerebral, el chocolate amargo es tu aliado. La psiquiatra nutricional Uma Naidoo, docente en la Escuela de Medicina de Harvard, afirma que este alimento es rico en hierro y contribuye a formar la mielina, una capa protectora que recubre las neuronas.
Además, recuerda que el cerebro y el intestino están profundamente conectados desde la etapa embrionaria. “Ambos se originan de las mismas células y se mantienen conectados mientras el ser humano se desarrolla”, explicó Naidoo en diálogo con la BBC.