Entre los casos reportados figuran 13 menores con cardiopatías congénitas, cuatro pacientes adultos con cáncer, tres recién nacidos con sepsis y seis personas mayores, en medio de la alerta.
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El Ministerio de Salud (Minsa) declaró una alerta sanitaria a nivel nacional tras confirmar un brote de la bacteria Ralstonia pickettii, que infectó a 28 pacientes en distintos hospitales del país. El origen del contagio estaría relacionado con un lote contaminado del sedante Edetoxin, empleado en unidades de cuidados intensivos. Aunque la mayoría de los casos se registraron en recién nacidos, esta bacteria también puede afectar a personas con un sistema inmunológico debilitado y provocar infecciones graves si no se diagnostica oportunamente.
Ralstonia pickettii es una bacteria ambiental gramnegativa y aeróbica que habita naturalmente en el agua, el suelo y las plantas. Además, puede encontrarse en el organismo humano sin causar daño. Según estudios de Current Microbiology and Infection (CMI) y PubMed Central, este microorganismo puede formar parte de la flora comensal de la cavidad oral y del tracto respiratorio superior de personas sanas, permaneciendo usualmente sin síntomas. Descrita por primera vez en 1973, pertenece al grupo de bacilos no fermentadores de glucosa y está relacionada con especies como Ralstonia solanacearum y Ralstonia mannitolilytica.
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Aunque es un patógeno poco habitual, su importancia clínica ha crecido debido a su capacidad para adaptarse a entornos hospitalarios y resistir a determinados antibióticos. Los especialistas lo clasifican como un patógeno oportunista, ya que causa infecciones graves principalmente en personas con defensas bajas. En individuos sanos, el riesgo es mínimo, pero puede generar complicaciones serias en pacientes inmunocomprometidos o con enfermedades crónicas, lo que resalta la necesidad de un control riguroso en ambientes clínicos.
De acuerdo con el CMI, los pacientes con fibrosis quística (FQ) son los más susceptibles a infecciones por Ralstonia pickettii. En estos casos, la bacteria puede colonizar los pulmones y desencadenar infecciones respiratorias crónicas o neumonías persistentes. También se han identificado contagios en personas con diabetes mellitus, cirrosis alcohólica o en quienes permanecen hospitalizados por tratamientos intensivos de larga duración.
Las infecciones más frecuentes asociadas con este microorganismo son:
Estas infecciones pueden agravarse si no se identifican de manera oportuna, ya que el microorganismo puede presentar resistencia a diversos antibióticos, lo que complica su tratamiento.
La detección de Ralstonia pickettii se realiza mediante cultivos bacterianos en medios como agar MacConkey o mediante sistemas comerciales de identificación. Sin embargo, los especialistas recomiendan emplear técnicas más precisas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que permite identificar la bacteria en fases tempranas o en infecciones mixtas, como ocurre en pacientes con fibrosis quística.
Uno de los principales retos frente a este microorganismo es su resistencia antimicrobiana. Investigaciones del CMI reportan que algunas cepas presentan resistencia a múltiples fármacos debido a la producción de la enzima β-lactamasa OXA-60, capaz de degradar varios antibióticos del grupo de los carbapenémicos.
En una conferencia de prensa, el Ministerio de Salud (Minsa) anunció la inmovilización total del lote ABO25001 del medicamento Edetoxin 200 mcg/2mL, empleado como sedante, al estar vinculado con casos de la bacteria Ralstonia pickettii, responsable de infecciones en establecimientos de salud. Asimismo, se ordenó el cierre temporal del laboratorio Nordic Pharmaceutical Company S.A.C.
“Estamos cursando la información a Procuraduría para que se tomen las acciones correspondientes de índole civil y penal”, señaló el viceministro de Salud Pública, Ricardo Peña, quien ofreció detalles sobre las medidas adoptadas por el Minsa frente al brote de infección intrahospitalaria causado por Ralstonia pickettii.
Tras la identificación del brote en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja, el Minsa inició una investigación para determinar el origen de la contaminación, la fuente de infección y los factores que desencadenaron el problema.
“Durante el procedimiento de calidad, hemos tomado muestras de un listado de medicamentos y se realizaron ensayos de esterilidad para identificar patógenos. Estos ensayos demoran 21 días; sin embargo, al día 16 se identificó el crecimiento de un microorganismo en uno de los medicamentos. Ante ello, inmediatamente Digemid emitió la Alerta Sanitaria n.° 116-2025 para la inmovilización del lote. La respuesta fue de manera oportuna”, explicó el funcionario.
El Instituto Nacional de Salud (INS) detectó en una ampolla del lote ABO25001 la presencia de Ralstonia pickettii, una bacteria ambiental que puede causar infecciones graves en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Aunque el Ministerio de Salud (Minsa) descartó que las muertes registradas en el grupo afectado estuvieran directamente relacionadas con esta bacteria, el caso evidenció las deficiencias en los controles previos a la distribución de medicamentos elaborados en laboratorios extranjeros que aún no cuentan con certificación.
El infectólogo Juan Villena calificó la situación como “absolutamente extraña”, señalando que este tipo de incidente solo ocurre cuando no se cumple rigurosamente con las normas de producción. En diálogo con Canal N, el especialista advirtió que esta contaminación constituye una señal de alerta sobre la supervisión sanitaria y los peligros de adquirir productos de procedencia incierta.
Según explicó Villena, la bacteria identificada —perteneciente al género Burkholderia, anteriormente clasificada como Pseudomonas— puede encontrarse en el suelo, en plantas como el tabaco e incluso en el agua. Su amplia presencia en el entorno la convierte en un posible riesgo si no se aplican estrictamente las medidas de control durante el proceso de fabricación. “Esta bacteria puede alojarse en la cavidad oral o en el tracto respiratorio de personas sanas, pero volverse peligrosa en pacientes inmunodeprimidos”, señaló.