Tula Rodríguez reveló cómo un pedido de su hija fue un punto de quiebre en su relación, llevándola a buscar soporte especializado para mejorar como madre.
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La conductora Tula Rodríguez confiesa haber vivido un episodio inesperado con su hija Valentina Carmona, que desencadenó un fuerte impacto emocional. La situación la llevó a cuestionar su forma de protegerla y tomar una decisión que no esperaba. Ese suceso la impulsó a buscar soporte especializado para fortalecer su rol maternal, según contó en su podcast.
Durante un nuevo episodio del pódcast Pitukoneras, Tula Rodríguez abrió su corazón al hablar de una experiencia que marcó un punto de quiebre en su relación con su hija Valentina. La conductora de TV compartió cómo una decisión tomada desde el deseo de protegerla terminó generando tensiones entre ambas.
En la conversación con su colega y amiga Pilar Arana, Tula confesó que en algún momento accedió a las redes sociales de su hija para estar al tanto de lo que sucedía en su entorno digital. Aunque lo hizo con buenas intenciones, pronto comprendió que revisar sus mensajes y notificaciones no era la mejor forma de cuidar a su hija.
Todo cambió cuando Valentina le pidió acudir a una sesión con su psicóloga, Maira, pero esta vez sin su compañía. “Mamá, quiero ir donde Maira, porque para nosotras la salud mental es normal”, recordó Rodríguez. Ese pedido, claro y directo, la confrontó con una realidad que no esperaba: su hija necesitaba privacidad y espacio emocional propio.
Al principio, Tula no comprendía por qué su hija prefería hablar con una especialista y no con ella. Pero la respuesta fue contundente. “Entendí que mi hija necesitaba su privacidad”, señaló la presentadora, visiblemente tocada por la experiencia. A partir de ese momento, decidió iniciar su propio proceso terapéutico.
Por su parte, Pilar Arana no dudó en decirle con sinceridad: “El problema eras tú”. Lejos de ofenderse, Tula reconoció que esas palabras la ayudaron a tomar conciencia. Aunque fue difícil, asumió el reto de ceder el control, aprender a confiar y acompañar a su hija desde otro lugar.
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En una etapa de su maternidad, Tula Rodríguez atravesó uno de los procesos más complejos: aprender a ceder el control. Durante una conversación en el pódcast Pitukoneras, la conductora reveló que tuvo durante un tiempo acceso total a las cuentas digitales de su hija Valentina. “Tenía todas las cuentas en mi teléfono. Todas”, recordó con sinceridad.
Aunque aseguró que no leía mensajes a profundidad, admitió que, al ver notificaciones en su celular, terminaba leyendo algunos fragmentos por accidente. Lo que comenzó como una forma de sentirse tranquila se transformó en un tema que ambas debieron conversar a fondo.
A raíz de ese diálogo, madre e hija llegaron a un acuerdo importante: Tula conservaría las contraseñas, pero no las usaría sin el permiso de su hija. “Yo le dije que no entraría y, de verdad, no entro. Me toca confiar”, expresó con honestidad.
Este nuevo escenario no fue fácil de aceptar. Según contó Pilar Arana, Tula se quebró en llanto al enfrentar la idea de dejar que su hija maneje su privacidad con más autonomía. “Tienes que confiar en tu hija”, le dijo su amiga. La respuesta de Tula fue tan real como emotiva: “Yo confío en mi hija, pero no en la gente de afuera. Para mí fue un choque”.