Presidente de Repsol Perú: "Estamos orgullosos de que estén todas las playas manchadas"

El presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, señaló que vienen asumiendo la responsabilidad del daño generado en el mar peruano tras el derrame de petróleo suscitado en Ventanilla.

"Lo que estamos asumiendo, inmediatamente, es la responsabilidad de limpiar todas las playas. De limpiar todo el litoral y atender la fauna marina así como todas las comunidades afectadas", expresó a Punto Final.

Causó sorpresa que el representante de la empresa española dijera que estaban "orgullosos de que estén todas las playas estén manchadas".

Asimismo, aseguró que el desastre ecológico le ha generado "dolor y desolación", por lo que expresó su solidaridad con las personas afectadas.

"Me producen dolor, desolación (refiriéndose a las imágenes que revelan el daño causado por el derrame de petróleo en las costas peruanas). Quiero mandar un mensaje de solidaridad para toda la población peruana, en especialmente a las afectadas directamente por este desastre y que han visto alterado su modo de vida", acotó.

"Estamos haciendo todo lo posible, sin reparar en gastos, para remediar lo más pronto posible todo este desastre. Estamos limpiando todo el litoral y todas las playas. Hay avances significativos, pero todavía falta mucho", agregó.

Utilizando un gráfico realizado por una empresa internacional, Jaime Fernández-Cuesta reafirmó la postura de Repsol Perú respecto a que oleajes anómalos, presuntamente llegados desde la isla Tonga, generaron este desastre ecológico.

"En este diagrama, que es de una organización internacional perteneciente a Naciones Unidas, científica y oceanográfica, en el momento cuando se produjo el accidente, esa fue la medición de oleajes anómalos en la Punta del Callao exactamente en esos momentos", detalló.

"Ratifico, que de acuerdo a organismos científicos internacionales, habían oleajes anómalos como vemos en el gráfico, en la zona del Callao, que era donde se estaba produciendo la operación de descarga", subrayó.

También hizo hincapié en las dos roturas que se generó en la embarcación que estaba abasteciéndose del hidrocarburo. Señaló que esto ocurrió, basándose en el reporte científico, en el momento que oleajes anómalos llegaron desde la isla de Tonga.

"Ahí, en las dos cruces (rojas), vemos perfectamente los dos puntos de rotura que se producen en aquel instante, que coincide con el reporte científico de oleajes anómalos procedentes de la isla de Tonga", sustentó.

Consultado sobre el accionar de la empresa, el presidente de Repsol señaló que en un primer momento no fueron conscientes del daño que se estaba generalizando en las costas peruanas.

"No fuimos conscientes de la magnitud de este evento, y no me cuesta reconocerlo, hasta que no empezó a llegar petróleo a las playas. No me preocupa que haya una acción penal en mi contra, lo que me preocupa ahora es limpiar las playas, el litoral peruano, las faunas marinas y atender a las personas que han sido alteradas en su modo de vida", declaró.

Respecto al primer informe, en donde Repsol aseguraba que el derrame era de 0.6 barriles de petróleo, pero terminó siendo de 6 mil barrios, Jaime Fernández-Cuesta señaló que se trató de "un error de percepción".

"Eso fue un informe preliminar que se hace después del incidente de hidrocarburos y es una apreciación visual de las personas que estaban en ese momento, en el barco, y aprecian que hay manchas oleosas que ya estaban contenidas con las barreras que de acuerdo al plan de contingencia hemos extendido. Eso fue un error de percepción".

Finalmente, pese a que especialistas han señalado que es imposible, el representante de Repsol aseguró que para antes de fines de febrero las playas afectadas por el derrame de petróleo estarán limpias.

"Nosotros confiamos en que esto se va a solucionar mucho antes. Las playas las vamos a ver limpias en unas semanas. Nos hemos comprometido a tenerlas limpias antes de fin de febrero", concluyó.