Científicos inducen el sueño lúcido para interactuar entre ambos mundos

Los sueños lúcidos parecían ser un misterio en la naturaleza humana; sin embargo, los avances científicos mostraron cómo las personas pueden inducir a otros en un sueño lúcido para comunicarse con el mundo exterior a base de señas. Esto parecería ser imposible, ello por el desconocimiento propio de la forma y motivos del por qué soñamos.

El panorama de la investigación cambió tras descubrir la forma de comunicarse e interactuar con un soñador lúcido, ello porque se encontraría una respuesta a la pregunta ¿Qué estaba haciendo su mente mientras dormían?.

Antes las personas brindaban un enfoque incompleto y podo fiable de lo que veían al dormir, incluso esta fue una de las principales problemáticas de la investigación. "Las memorias sobre los sueños pueden ser incompletas, distorsionadas e incorrectas. Así que si eso es todo lo que tenemos, construir una ciencia sólida sobre los sueños será difícil", comentó el doctor Ken Paller, psicólogo e investigador de la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos.

Sin embargo, el equipo internacional de investigadores, liderados por Paller y Karen Konkoly de la Universidad Northwestern, se las ingenió para superar estos obstáculos y descubrir mayores oportunidades de investigación que ofrece el "sueño lúcido".

"Ahora tenemos más formas de aprender sobre los sueños", comentó Paller.

Es importante mencionar que, este fenómeno natural que le permite a las personas ingresar a un nivel subconsciente donde manejas los sueños es usado desde hace miles de años. No obstante, estos nuevos trabajos abren más caminos a investigar su propia naturaleza para plantear interesantes posibilidades prácticas se intervenciones clínicas y de autodesarrollo.

Un sueño lúcido es un estado consciente al dormir, es decir, reconoces que estás en un sueño y empiezas a dirigirlo como si fueras el director de tu propia película. En este lapso de tiempo las personas pueden elegir deliberadamente lo que sucede en su sueño e incluso recordarlo.

Se estima que un 20% de personas cae en un sueño lúcido mensualmente, mientras que el 1% logra entrar cada semana. A pesar de los datos, no se sabe a ciencia cierta que sucede con el cerebro cuando experimenta estos sueños, por lo que la investigación continúa en una etapa temprana.

"En resumen, todavía no sabemos qué cambios localizados en la actividad cerebral están asociados con los sueños lúcidos", comentó Benjamin Baird, doctor del Instituto de Wisconsin para el Sueño y la Conciencia de la Universidad de Wisconsin-Madison.

Asimismo, afirma que algunos datos preliminares de neuroimagen sugieren que la red frontoparietal tendría un rol fundamental. Esta red refiere a unas regiones conectadas que abarcan la parte frontal y posterior del cerebro que participan en la atención y la resolución de problemas.

Algo claro para los científicos es que los sueños lúcidos parecen ocurrir durante periodos de activación cerebral intensa durante la fase REM. "Nos volvemos lúcidos en las subidas de la activación cerebral durante la fase REM, cuando estamos en el estado mental de tratar de reconocer que estamos soñando, o algunas veces por casualidad si algo nos impulsa a considerar si estamos soñando", enfatiza Baird.

Un comediante británico contó su experiencia sobre qué veía al tener sueños lúcidos y cómo podía manejarlos. Dave Green cuenta que se siente como si estuvieras encarnado en tu imaginación y navegas por un entorno creado por completo por tu mente. "Pero parece y se siente como si estuvieras despierto", señala.

Green usa sus sueños lúcidos de una manera muy peculiar, ello porque durante la pandemia no pudo trabajar. Es así como recurrió a su subconsciente para evocar obras de arte y crearlas al despertar.

"Además de crear obras de arte, lo que más me gusta hacer en un sueño lúcido es volar", expone.

Este estudio fue publicado en la revista Current Biology en abril de 2021, el cual es catalogado por Paller como a puerta de las oportunidades de la exploración científica de los sueños.

Konkoly y Paller, junto a colegas de otros laboratorios en Francia, Alemania y Países Bajos, explotaron la conciencia residual que disfrutan los soñadores lúcidos. Por ello reclutaron a varios soñadores experimentados y novatos para introducirlos en este mundo interno.

Para entrenar a los novatos utilizaron un procedimiento creado por la científica de los sueños, la doctora Michelle Carr y sus colegas. Este método consistía en exponer a los soñadores con luces y pitidos que se combinan repetidamente con una instrucción para volverse lúcido.

Es así como los ayudaban a ser conscientes de sus pensamientos y sensaciones para reconocer si es un sueño o no. Tras este paso, el equipo utilizó estos mismos sonidos y luces mientras ellos dormían para inducirlos a volverse lúcidos.

Al ingresar en este estado, los participantes ya estaban entrenados para establecer la comunicación desde sus sueños al mundo exterior a través de sus movimientos oculares. Cabe resaltar que, esta prueba ya fue usada antes por el psicofisiólogo estadounidense Stephen LaBerge a principios de la década de 1980. Él buscaba verificar si los soñadores lúcidos realmente eran conscientes y podían responder.

No obstante, Konkoly, Paller y sus colaboradores llegaron más allá hasta lograr un verdadero "sueño interactivo". Cuando los participantes afirmaban estar en un sueño lúcido ellos les hacían preguntas básicas de matemática.

"Tengo la mente abierta sobre el potencial de que este método sea útil en el futuro", dice.

Esta forma de interactuar en los sueños también sugiere que las señales sensoriales podrían asociarse con el contenido deseado del sueño de antemano. Además, hace más probable que el sueño lúcido incluya características que pueden ayudar a la creatividad o contribuir en el aprendizaje.

La respuesta fue un éxito, pues lograron responder con los movimientos oculares como habían sido entrenados. Tras su avance, ellos expresaron en su artículo que era "similar a encontrar una manera de hablar con un astronauta que está en otro mundo, pero en este caso el mundo está completamente fabricado sobre la base de los recuerdos almacenados en el cerebro".

El estudio de los científicos ayuda a ingresar aún más en este aspecto tan desconocido como son los sueños, además, allana el camino para muchos proyectos nuevos e interesantes. Actualmente, el uso de los sueños lúcidos ya es muy conocido al ser usado como una terapia.

Este método consiste en enseñar técnicas de sueño a quienes padecen pesadillas para que puedan elegir despertarse e incluso cambiar la narrativa a su conveniencia. Por otro lado, otros investigadores han explorado la posibilidad de que los sueños lúcidos puedan usarse para practicar las habilidades motoras.

Esto se demuestra en un estudio realizado por Daniel Erlacher, de la Universidad de Heidelberg, y el doctor Michael Schredl del Instituto Central de Salud Mental en Mannheim. Por motivos de investigación le solicitaron a un grupo de soñadores lúcidos lanzar repetidamente una moneda en una taza en sus sueños, de este modo podrían ver si tenían un avance en la vida real.

Al día siguiente, la precisión de los participantes mejoró en una cantidad mayor que las personas que no realizaron ninguna otra práctica de lanzamiento en la vida real o en los sueños.

A principios del 2021 una compañía cervecera estadounidense Coors experimentó con inducir deliberadamente los sueños de su producto entre los voluntarios. Esto se dio a través de parlantes inteligentes y otros dispositivos.

Es por ello que, un grupo de científicos del sueño, liderados por el doctor Robert Stickgol de la Escuela de Medicina de Harvard y el doctor Antonio Zadra de la Universidad de Montrea, escribieron sobre los peligros éticos de los anunciantes en estas investigaciones.

"La ciencia del cerebro ayudó a diseñar varias tecnologías adictivas, desde teléfonos celulares hasta redes sociales, que ahora dan forma a gran parte de nuestra vida despierta. No queremos que suceda lo mismo con nuestro sueño", argumentaron.

Entre los científicos que denunciaron el uso de anuncios y publicidad al dormir se encuentran Paller y Konkoly, quienes demostraron ser conscientes de las importantes implicaciones éticas de su trabajo.

"Los mensajes entregados durante el sueño a una persona que no lo desea pueden considerarse una forma de publicidad inapropiada y convertirse en ilegal", comentó Paller.

Por su lado, Zadra comentó que las tecnologías son neutrales y prometen ayudar con la creatividad y trastornos psicológicos. Por ello catalogó como preocupante que busquen alterar el sueño y motivar el comportamiento de compra.