Mujer de 82 años pierde las dos piernas al ser atacada por los perros de su vecino

Una anciana de 82 años resultó gravemente herida tras el ataque de dos perros de raza dogo de Burdeos en el municipio de Pontevedrés de Covelo, España. Los animales atacaron a la victima cuando volvía de una misa, la arrastraron 30 metros y le arrancaron una pierna. Su pronóstico médico es muy grave.

María Dolores de 82 años fue cruelmente atacada por dos perros de su vecino, ella fue llevada al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo donde tuvieron que amputarle las dos piernas. Según un diario gallego, los perros habrían escapado de la casa de su dueño que vive en frente de ella, uno de los canes es un cruce de bóxer con dogo de Burdeos y el otro un dogo de la misma raza.

Adolfo Martínez, hijo de la víctima  informó a los medios de comunicación el lamentable pronóstico de los médicos, expertos aseguran que las posibilidades de que la paciente siga con vida son mínimas y además explicó donde exactamente ocurrió el ataque a su madre "la mataron y comieron aquí, en este sitio por alrededor de cinco minutos" confesó entre lágrimas.

Una de las hijas de la víctima, la cual no  deseó revelar su nombre, denunció ante la policía que el dueño de los animales los dejaba sueltos habitualmente por el camino, sin ser vigilados y controlados por nadie "Sabíamos que cualquier día podría pasar algo así", dijo la mujer. 

Los familiares de Dolores denunciaron por vía administrativa al dueño de los perros ya que ambos animales carecían de microchip, cartilla sanitaria y además no los habría inscrito en el registro municipal para tener la autorización de criar estas razas de perros que son catalogadas como peligrosas.

La Guardia Civil se encuentra investigando todas las circunstancias del caso, por el momento, los agentes aún no han entregado las diligencias en el juzgado. Una de las dudas que se plantea en este caso es si las respectivas razas de los perros se encuentran incluidas en la lista de animales potencialmente peligrosos. La ley autonómica gallega incluye al dogo de Burdeos como "potencialmente peligroso" mientras que el estado, en su decreto no lo mencionan, ni tampoco al bóxer.